Capítulo 55

“Se nota que él disfruta estar con nosotros, además se porta muy bien, nuestro hijo me dijo esta mañana que quiere vivir con papá y mamá paral siempre, ¿no es así, Mateo?“.

Mateo se bajó del sofá y tambaleándose se acercó a Cristián. Al llegar a su lado, agarró la mano de él: “Papá… mamá… Mati… juntos. Mati… bueno… obediente…”

Cristián sintió un nudo en el pecho ante las palabras de su hijo. ¡Tan pequeño y ya tan consciente! Lo levantó en brazos y con la frente pegada a la de él, le dijo suavemente: “Está bien, Mateo estará con papá. Haré lo posible por pasar más tiempo contigo“, pero no mencionó a Soraya. Esa mujer no había pedido el divorcio aún, pero tenía sus propios planes. El propósito de quedarse a su lado no era puro. No importaba cuál fuera su motivo, no permitiría que esa mujer lastimara a su hijo otra vez.

Después de comer, Cristián no fue a la empresa. Mantuvo a Mateo consigo, alejado de Soraya.

Ella, frustrada, le reclamó: “No le haré daño, ¿por qué te pones así conmigo?”.

Cristián la miró fríamente: “Con tu historial, más vale prevenir, ¿qué pasa si tienes otra de tus locuras y le haces algo a nuestro hijo?“.

el pasado, lo acepto, pero tampoco es que haya cometido un crimen. A quienes han estado en prisión se les da una segunda oportunidad, ¿por qué no puedes ser más compasivo conmigo? Además, Mateo no es solo tuyo. Sin mí, ¿tus espermatozoides habrían prosperado? Aunque haya sido un desastre, pasé trabajo y sufrimientos, ¿acaso no fue duro estar embarazada durante nueve meses? Casi muero dando a

se mantuvo impasible, mirándola como si pudiera ver a través de ella: “¿Quieres

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tienes cara para hablar de casi perder la vida? Tienes dos razones para cambiar de actitud de repente. Una, tienes segundas intenciones. Dos, cuando las cosas no son normales, hay algo raro. No tengo tiempo para juegos contigo, no me provoques, y no te metas con Mateo. Si no puedes darle el amor de madre que necesita, mejor quédate lejos como antes, sin hacerle falsas promesas. No permitiré que lo uses para

veía a Mateo como un medio para un fin, no dejaría que su hijo fuera un peón en

hombre: ‘¡Caramba, por qué el guion no mencionaba nada sobre el embarazo y el nacimiento del

el pequeñito no era del todo falso. Aunque sabía que su futuro con Cristián era imposible; estaba clara en que solo se quedaba a

dejan estar con el pequeño, entonces voy a cobrar deudas. Había quedado con esa zorra de mi amiga para que me pagara hoy y parece que no tomó en serio mis palabras. Ahora iré directo a

fue, Cristián envió

la tarde, Raúl lo llamó, con un tono entre emocionado y aliviado por la

momento en

que… es que…”

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