Capítulo 77

Las lineas de su rostro estaban definidas, y los años hablan dejado en su rostro unas marcas sutiles que, lejos de restare, le añadian un aire de serenidad y profundidad. Miraba a Soraya con desprecio y frialdad.

Ésta lo miró de vuelta: ‘Oye, los ojos de papá se ven muy brillantes, eh. Parece que pudieran ver hasta el fondo del corazón. Pero, ¿cómo es que no logra ver la verdadera cara de esa madrastra malvada, que lo tiene dando vueltas como un tonto? Un tonto y una malvada, qué pareja.

De repente, Fabio escuchó una voz familiar que lo sorprendió y miró hacia Soraya. Esa rebelde debla estar insultándolo! Pero entonces via que ella ni siquiera habia hablado. En cambio, fue su esposa Fiona quien le reclame: “Fablo, ¿cuántas veces te lo tengo que dedir? Trata mejor a Yaya, dale más atención Mira que hace tiempo no la ves y apenas la ves, empiezas a regañarla. Yaya ahora tiene su propia familia, tiene que cuidar a sus suegros, a su esposo, a su hijo. Y ni hablar del nieto, que aún es muy pequeño y no puede estar sin ella, ¿qué esperabas? ¿Que dejara a su hijo por un llamado tuyo? Que haya venido a ver a Tania ya es mucho, ¿qué más quieres?“, la mujer vestia un largo vestido elegante, también rondaba los cuarenta. El color del vestido era profundo y elegante, como el cielo noctumo de principios de otoño, brillando con un encanto misterioso. El corte del vestige resaltaba su figura esbelta, mostrando la belleza delicada de la mujer oriental combinada con la independencia y confianza de la mujer modema. Su rostro era hermoso y digno, con una piel cuidada y tersa como el jade. Sus ojos profundos y brillantes, como dos estrellas parpadeantes, revelahan inteligencia y dulzura. Al hablar sus labios se curvaban en una sonrisa ligera, creando una atmósfera cómoda y cálida

Pero Somaya sabia que todo eso era una fachada cuidadosamente construida por ella Fabio pensó que había sido una alucinación auditiva y gruñió: “Sigue consintiéndola! ¿Crees que por más que intentes complacerla, va a entender tus buenas intenciones? Una inútil que no sabe arrepentirse ni esforzarse no importa cuanto la mimes, no sabe ser agradecidal Si no fuera porti Impiando sus desastres todos estos años. Por las tonterias que ha hecho, la familia Fuentes ya la habria expulsado“.

familia. Ahora que su marido está incapacitado, si

no debia. Yaya, lo siento, no quise menospreciar a tu esposo, solo siento que no es justo

Soraya empezaba a armar un

sonrio torcidamente: “Sabla que mama me quiere más. No

mano: “Tonta, eres mi hija, a quién voy a querer si

su envidia; su mamá nunca habia sido tan suave y esto o aquello, le exigian ser la mejor, la

con una mirada severa le dijo a Soraya: “Vienes a ver a tu hermana y ni siquiera traes

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