Capítulo 208

En la mansión Fuentes, Raúl echaba un vistazo de vez en cuando hacia el portón principal.

“¿No dijeron que ya salían del hospital? ¿Cómo es que aún no llegan?”

Raúl, vestido con un traje de color café, lucía aún robusto a pesar de rozar los ochenta años.

De estatura alta, su espalda mostraba cierta curvatura.

Aunque los años habían dejado su marca, aún se podía apreciar el atractivo de su juventud.

Con un rostro de rasgos definidos y una piel aún tersa y brillante, su presencia era imponente.

Su cabello, ahora cano, estaba peinado con pulcritud, dándole un aire fresco y ordenado.

Sostenia en sus brazos a Mateo, mirándolo con ternura mientras el pequeño jugaba con un anillo de jade que llevaba.

“Mateo, ¿extrañas a papá y mamá? Pronto vendrán por ti.”

Al oir mencionar a sus padres, Mateo levantó la vista de inmediato.

“Sí.”

Hacía días que no veía a sus padres.

“Abuelito, extraño a papá y mamá.”

El anciano le acarició la cabeza.

“Ya sabía que los extrañabas. Pronto llegarán. Y cuando te vayas con ellos, ¿me extrañarás a mí?”

Mateo asintió, “Siempre te extrañaré, abuelito.”

anciano sonrió ante

qué bien hablas. Te has criado bien aquí con nosotros. Tus

acercó y tomó en brazos a

a esperar. Papá y mamá ya deben estar

cada día pesaba

rápido. Pronto

rápido. Cuando sea grande, podré ayudar a papá

miró con los ojos

claro y ya piensas en ayudar a tu papá!”

sonrió, “La abuelita me enseñó.”

“Eres muy inteligente, Mateo. La abuelita te ha enseñado muy bien. Cuando tus padres te lleven a casa, iré a cuidarte. No pude hacerlo antes por mi

de jugar un rato fuera, el carro de Cristián llegó.

Soraya vio a su suegra y a Mateo, quien, al ver

lo tomó de la mano, “Tranquilo, que el conductor aún no ha aparcado

el carro se detuvo, Soraya se bajó rápidamente y se acercó a Mateo, agachándose para hablarle con una sonrisa, “Mateo,

su hijo, su mano herida se lo impedía, lo que le

sopla suavemente sobre la

para que no te

casi llora de la ternura.

edad para hablar y ya te preocupas por

Es muy listo, y la bisabuela lo ha educado bien. Hasta dijo que quería crecer rápido para ayudar a su papá con la silla de

de Cristián del carro, y este, sentándose en ella, se acercó

revolvió el cabello,

Soraya había hecho había sido

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Capitulo 203

siempre tan obediente,

entusiasmo, Mateo movió sus manitas,

y

hijo llenaba el pecho

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