5 estrategias para que vuelva a enamorarse de mí

Capítulo 230

Paloma etapa la boca con fuerza, mientras la ira ardia en su pecho, ascendiendo furiosamente hasta la cabeza

Sus ojos se agrandaban, las venas de la frente se marcaban, y en sus ojos rojizos, el odio casi la ahoga como una marea.

La conversación en el estudio continuaba

“Efren esta vez hazie caso a memá.

No le hagas más daño a Paloma.

Cuando creste lo que Leica dio y acabaste con la vida de nuestro hijo, acasa no temes el karma ahora?

¡Es tu propia sangre!”

Al escuchar eso, la cabeza de Paloma zumbaba.

Ah jajaja

Asi que la suegra siempre lo supo

¿Qué bien!

Toda la familia Cabrera estaba al tanto.

Solo ella, como una tonta, estaba en la oscuridad.

Después de dedicarle más de una década a esta famila, todo lo que recibió fueron puñaladas por la espalda.

Temerosa de que la descubrieran escuchando su conversación, Paloma contenia sufuria y volvia siglosamente a su habitación

Una vez sola, las lägnmas calan como si una compuerta se hubiese abierto, imposibles de detener

¡Que crueldad!

podían hacerle esto?

temblorosas, envió la grabación de la conversación a Femando y luego borró tanto la grabación como el registro de mensajes.

minutos después, Efren regresaba al dormitorio.

agua correr en el

Paloma habis vuelto!

escuchó cuando llego?

después que él lo lamaba antes de entrar

él

no hubo ningún

tuvo con su

el agua correr, Efrén miraba

celular de Paloma yacia tranquilo

decisión, lo destiloqueo y revisó mensajes

de no encontrar nada sospechoso, lo

Paloma empezó a tararear desde

francia el ceño, pensando, “¿Será que

del baño

el dormitono, sus ojos brillaron brevemente, pero luego fingio indiferencia

“Amor

les conté

Estaban tan felices.

papá incluso do que él escogerla el plombre del bebé

le dará un gran regalo,

ami papa le encantará elegir el nombre, ¿no te molesta, verdad?”

como siempre, la ayudaba a sentarse frente

Capitulo 230

soltaba su cabello, pasando sus manos

“No me molesta

quiera nombrar a nuestro bebé muestra

que quiero es que tú estés feliz.”

miraba en el espejo a ese hombre vestido puleramente, con sus gafas