A Mortal’s Medicinal Elixirs

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Capítulo 292

Zaida estaba rodeada por policías que la miraron con desagrado.

“Estamos tomando una declaración, no se permiten personas ajenas.”

“No soy una persona ajena, soy la parte involucrada.”

Él estaba bastante lastimado, con vendajes en brazos y piernas, su rostro también mostraba heridas, y caminaba cojeando.

Sin embargo, parecía estar de buen ánimo, probablemente no era nada serio.

“Oficial, yo fui el conductor en el accidente, el hermano de Jonathan. Sé que tengo antecedentes en el extranjero, pero la policía allá también investigó y me exoneró.” Dijo rápidamente, aclarando su situación en el extranjero.

Resultó ser que un compañero de clase había usado su identidad para pedir un préstamo y realizar apuestas.

Fue hasta que lo buscaron, que él se enteró de que se había endeudado.

En ese momento, el asunto fue grande, no solo él, sino también otros cuatro o cinco personas más se encontraron en la misma situación.

“Todos fuimos puestos en la lista negra, afortunadamente la policía encontró pruebas decisivas. Puede que los registros aquí aún no estén actualizados, pero puedo asegurar que si debiera dinero, definitivamente no podría haber regresado al país, eso nunca pasó.”

Luego me miró.

creerme, ¿si apostara, no crees que mis padres me matarían?” Pensando en la seria expresión de Francisco,

también eran astutos, pero realmente nunca habían hecho

que habían criado muy bien a Alejandro, al menos tenía principios morales

torpemente, dijo, “Solo lo mencioné al pasar, no

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aquí y en el extranjero realmente

aliviado, “Oficial, me

hablando, no lo tomes a pecho, ella también es

realmente una muy buena

evitarle problemas, y por supuesto, creía en la versión de

¿cómo

embargo, recordé sus palabras antes de perder

vista, esperando que solo fuera mi alucinación, después de todo,

tenerlas a menudo.

Alejandro allí, Zaida no dijo mucho más, pero una vez

cuidado con los Vargas, revisa bien cualquier

WhatsApp, no supe qué decir, así que al final solo respondí

gracias.

algo, pero como ella no podía decírmelo directamente, solo

tenía a alguien queriendo hacerme daño,

causado bastante revuelo.

el mejor, Alejandro preguntó cuidadosamente: “Iris, ¿estás bien? ¿Qué

serio, solo es

cáncer… se