#Capítulo 375 – El costo de Ella

Mis gritos internos continúan, haciendo eco a través de mí mientras agarro cualquier vínculo que tengo con mi Diosa madre y lo tiro tan fuerte como puedo.

Y todavía estoy gritando, allí, en mi mente y, honestamente, tal vez también desde mi garganta, ahora estoy demasiado fuera de mí para saberlo, cuando de repente…

…Ella está aquí.

La presencia de mi madre se materializa primero en mi mente mientras me alcanza, preocupada.

“¡Ella!” La escucho decir, su voz resonando contra mis propios gritos frenéticos: “¡Ella, estoy aquí!”

Sorprendido, sorprendido de sentirla, sorprendido de que haya funcionado, me encuentro arrojado fuera de mi estado meditativo y dentro de mi propio cuerpo, que todavía está helado. Pero cuando mis ojos se abren, jadeo al ver que ella está…

Ella en realidad está aquí. No sólo presente en mi mente, sino ante mí. Y mientras parpadeo frenéticamente, dejando que mis ojos se adapten, me doy cuenta de que ella no está… físicamente aquí. No como era cuando la encontramos en el desierto. Pero ella está aquí en su espíritu: se presenta ante mí en un eco de su verdadera forma, un espectro hermoso y brillante que extiende sus manos hacia mí.

“¡Madre!” Yo jadeo. “Mamá, por favor, necesito a mi bebé, por favor libérame”.

“Ella”, dice, acercándose y alcanzando mí, aunque sus manos no pueden tocar mi cara. La siento, aunque algo en su tacto hormiguea contra mis mejillas mientras intenta, sin éxito, tomar mi cara entre sus manos. “No entiendo, niña – No sé lo que está pasando -“

Y luego estoy sollozando, mirándola, desesperada por que ella sepa, pero ahora tan fría, tan increíblemente fría, e incapaz de encontrar las palabras para expresarlo todo.

murmura, mirándome con su hermoso y resplandeciente

hago. Cierro los ojos y, sollozando, acerco mis pensamientos, mis recuerdos, mis miedos, mis ideas, todo hacia

voz baja, y abro los ojos de nuevo para verla negar con la cabeza. “Tu regalo

este hielo, desata mi regalo. ¡Sal y mátala,

su deseo de ayudar así como su vacilación. Somos de reinos diferentes – sé que ella está sujeta a reglas diferentes a las mías – pero no puedo creer que

“Una vez, Ella”, dice con expresión dura. “Hay una manera de que pueda interferir físicamente en tu mundo una vez en tu vida. Y nunca jamás podré volver a hacerlo. ¿Estás seguro de que quieres que sea

– – ninguna otra situación que

precio”, dice, mirándome claramente a los ojos. “Tú… no podrás volver a llamarme. Nunca, Ella. Es la última vez que hablaremos fuera

la miro, cuando me doy cuenta de que el precio de esta magia es…. nuestro vínculo. Ella me mira fijamente a los ojos mientras asiente y se da cuenta de

quería que

sabiendo que debería pensarlo

bruscamente. Le hago saber que conozco el precio

adelante y presiona sus labios contra mi frente. “Todo saldrá bien.” Y por un momento la presión de su

cosquilleo hasta que, lentamente, sus labios se vuelven cálidos y corpóreos contra mi

dentro de mí por la injusticia que le han hecho, en su afán

que ella ha usado la magia de nuestro

dice mientras comienza a desaparecer de mi vista. “Siempre tendrás una parte de mí”, dice, extendiendo la mano para señalar mi pecho, donde

entonces, de repente,

parpadeo para darme

unos largos minutos con mi madre, sólo han pasado

mí, accediendo al regalo que ahora arde, caliente dentro de mí. Y me aferro a él, accedo a su fuerza y ​​dejo que me queme a través de mí: a través de mi mente,

Sinclair

corriendo de Hank, que está sentado

las heridas en ellos gritan en protesta. En contra. Pero ahora estoy en pleno pánico, corriendo por el miedo y la adrenalina, esforzándome por ir tras mi hijo a pesar de que mi cuerpo me grita en la mente que

Que no puede-

fijada en mi vista ahora, su forma se hace cada vez más grande

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255