Capitulo 209

Todo terminó y ambos se sintieron incómodos el uno con el otro. Especialmente Clara, quien sintió que esa forma tan intensa no era adecuada para ellos. Sin embargo, lo hicieron El sudor se enfrió, la cercania de sus cuerpos no era cómoda, ella planeaba ir a tomar un baño, pero Flynn la retuvo suavemente “Quedate un poco más conmigo!”

Clara se quedó quieta

“No me hagas sentir tan abandonado, susurró. Luego, con un gesto rápido, tomó los pantalones del extremo de la cama y un pequeño estuche cayó al suelo Clara adivino su intención y se levantó de nuevo Voy a bañarme, anunció Flynn la detuvo con un gesto Clara cayó en sus brazos Flynn sacó un anillo de diamantes Son 520 quilates! ¿Te gusta?“, dijo, mirándola intensamente Clara tomo el anillo y se lo puso en el dedo medio, aunque claramente no le quedaba bien. Sonrió y dijo Es un poco pequeño, no me queda bien

Flynn la miro profundamente “Quizás le quede a tu anular, pruebalo

Clara sabia que Flynn rara vez intentaba complacer a las mujeres de esa manera, y si fuera sensata, deberia aceptar con entusiasmo y casarse con él felizmente. Pero eso era la antiqua Clara. Antes del Dia de San Valentin, no habria rechazado ponerse el anillo en el dedo anular, sin importar el dia que fuera Ahora, aunque Flynn seguia siendo atractivo, sus sentimientos habian cambiado Clara iba a rechazar, pero cerró la boca

Porque recordo algo esta noche fue muy loca, no tomaron precauciones

Clara puso el anillo en la caja y lo cerró

Estuvo en silencio por un momento “No estoy en mi periodo sequlo Flynn entendió inmediatamente lo que queria decir, su rostro se sonrojo y carrasped incómodo “No es necesario que tomes la pildora, no no llegué à trató de explicar Clara no estaba convencida Aunque no era una devota religiosa, tenia sus creencias

Si quedara embarazada, consideraria que ese hijo tenia un propósito en su vida y lo llevaria a termino Flynn claramente no queria que tomara la pildora, por lo que estaba dispuesta a comprarla por si misma La tomó de la mano y cedió: “Te la compraré Clara asintió con agradecimento: “Gracias Flynn sonno, pero bromeando dijo: “A veces siento que después de sentirte cómoda, cambias por completo Eres adorable cuando estás cómoda, pero después te conviertes en otra persona

Fue vulgar en su manera de hablar.

Clara no queria quedar mal

Frente a él, levanto la manta y se levantó para ir al baño Cuando la puerta del baño se cerro, su voz llegó “No estoy evadiendo responsabilidades Estoy bastante cómoda Con esas palabras. Flynn casi perdió el control Pequeña traviesa“, penso. Se puso la camisa y bajó a comprar la pildora anticonceptiva Cuando regresó, Clara ya se habia bañado y se habia arreglado Estaba de pie junto a la ventana mirando afuera Flynn cerro la puerta y le trajo un vaso de agua tibia junto con la pildora

Mientras Clara tomaba la pastilla Flynn la observaba y dijo suavemente ‘Clara, no valgo la pena para luchar por mi una vez más? ¿Estoy condenado en tu corazón?”

Clara se sobresalto

Luego continuo tomando la pastilla, la agua mezclada con la pastilla bajó, era un poco amarga

o una niña, lo que más quiero es una pequeña Clara, preferiblemente con tu cabello color castaño y piel preciosa, la charé como una pequeña princesa, no dejaré que

se quedo

voz se suavizo “Dame

ese momento de ternura, el telefono de Flynn sono, era Guillermo.

Guillermo sonaba serio

debes volver a Bogota de inmediato. Silvia tomo tres pastillas para dormir, tu madre está llorando

Raul tiene una amante,

se sintió impotente

para dormir y eso se llama

padre estaba tan molesto era por Raul y un poco por Clara, solo que no

encendio Tengo que volver a

tambien lo escucho

asi que

miró, una sonrisa juguetona en su rostro Te preocupas tanto por

no quiso responder, se tumbó en la cama

parecia

resistirse y la besó, murmurando “Estoy

lanzó

de las cobijas para jugar con ella. Deja de fingir! Sabes que tambien lo disfrutas, pero actuas como si

que no bromeaban asi, fue como volver a los

medio

y

Me voy!”

con Luka!

un relo privado de

los Bécquer, la atmósfera era sombria. La hermosa y cariñosa Montserrat Bécquer lo recibió como si fuera su salvador y la pidió que fuem a hablar con su hermana Silvia no habla comido en todo el dia y

“Está bien, inda worla”

lágrimas en los ojos

amó de nuevo, parecia querer decir algo pero no

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