!Canalla ¿Satisfecho con mi muerte?

Capítulo 75

Me adelanté para proteger a Kent, mirando con recelo a aquellos tipos.

Renán trunció el ceño, con una expresión de disgusto evidente. “Helda, ¿qué estás tramando ahora?*

“¿Qué pasa? ¿No te atreves a ver? ¿No quieres ver si tu Yuria es humana o un fantasma?“, se burló Helda con una risa frla, sacando su celular y reproduciendo aquel video.

Era Juan cayendo al suelo, gritando aterrorizado que no lo buscaran a él, sino a Renán, y que no habia sido Nayra quien empujó a Yuria por las escaleras.

La cara de Renán se tornó aún más sombría durante todo el video.

Yo lo miraba fijamente, intentando encontrar en sus ojos algún rastro de culpa o pánico, algo que me diera la satisfacción de mi venganza.

Pero no había nada…

La atmósfera alrededor de Renán era densa, parecia que no creía en lo que mostraba el video.

Qué ilusa…

Me rei por dentro, habia subestimado el amor de Renán por Yuria.

esto apenas

bajo usar estos

carcajada. “¿Ah, si?”

a Renán con rabia. “Es patético, ¿hasta cuándo piensas proteger a Yuria?”

dañaron durante la recuperación. ¿Quién tiene tanto poder para destruir evidencia protegida por la policia?“, Helda lo desafio con la mirada. “Tu Yuria, no es una

común.”

decirte que ni siquiera los Blanco podrían manipular así a la policia“, Renán la miró furioso. “Le fallé a Nayra y no dejaré impune a quien la hirió, pero no usaré a Yuria como chivo expiatorio como tú lo

se entregó como sospechoso de un delito y tiene problemas mentales. No hay pruebas de que él haya matado a alguien, ni la policia tiene derecho a retenerlo. ¿Qué,

Kent mientras retrocediamos con

frunció el ceño, perdido

me lanzó una mirada indiferente. “Ya ves, él cree clegamente

se volvió hacia Renán. “Cuando recuperemos los datos del celular

simplemente tomé la mano de Kent y

de unos pasos se volvió hacia mí y dijo con

confundida.

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Capitulo 75

de creer en ti. Siempre creere en ti incondicionalmente y sin reservas“, dijo

ese momento, su expresión, su mirada, su tono de voz… todo era tan intenso que casi podia