Capítulo 110

“Hoy parecia un dia de fiesta cualquiera, y hasta los perros se habian colado en la celebración…”

Agarré del brazo a Osvaldo, hablando en voz baja pero firme.

La mirada de Osvaldo se endureció en un instante; no era de muchas palabras, pero con una mirada podia congelar a cualquiera.

Benito, que ya habia probado su fuerza antes, tosió y tiró del brazo de la persona con la que estaba hablando. “Ya, cállate“, dijo, “no te metas con un loco, te puede matar y ni siquiera es delito“.

El otro tragó saliva, asustado, y se quedó callado.

“Los buenos perros no estorban en el camino“, dije, y a propósito hice que Benito se tropezara cuando pasaba por mi lado.

Benito, que no se lo esperaba, se fue de bruces al suelo.

Me giré sonriendo. “Ay. ¿tanto respeto le tienes al profe?”

Benito, con la cara roja de rabia, apretó los puños y me miró con odio. “Loca…”

pensaba que yo también

tiempo, pero ¿no podemos con una loca si

su pandilla se disponían a armar la gresca, la profe, muerto de miedo, intento interponerse. “Pero ustedes, ¿qué…?”

aguantando el dolor y llevándose a la profesora con ayuda

contra

seguia alli, mirando desde su trono, sin decir nada,

“Parece que no aprendiste la lección, hay perros que no dejan de comer mierda. ¿verdad? Parece que no eras

Benito se lanzaron hacia Osvaldo con una botella

protegerlo; él estaba alli, parado como

Osvaldo me abrazó y con un rápido movimiento agarró la botella, mirando al agresor con ojos frios y algo de

la botella y la estrelló en la

hacia Benito y luego

y es que

era muy obediente, como si hiciera todo lo que

soltó de mi y me protegió detrás de su espalda, tomando otra botella y lanzándose contra Benito.

se aseguró de que los vidrios no me alcanzaran,

en la pelea, Benito y su banda no

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