!Canalla ¿Satisfecho con mi muerte?

Capítulo 227

No dije nada, pero hasta ahora, todavia estaba dispuesta a creer en Kent.

Si no fuera por cariño, ¿cuántos estarían dispuestos a recibir un cuchillazo por otro? Eso podría matarte.

“Nayri… ay, qué dolor, todo es culpa suya, si él no te hubiera llevado a correr por ahí, yo no estaría herido, él es un mal tipo.” Kent me abrazaba, mirando con advertencia a Elias. ¿Podemos no salir solos con él de ahora en adelante, por favor?”

“Claro.” Asenti con la cabeza, en ese momento seguro que tenía que prometerselo.

*Osvaldo, de verdad que desperdicias tu talento no actuando…” Elías maldijo entre dientes. “¡Loco, maniático!”

Elías, molesto, le dio una patada al bote de basura que estaba en la entrada.

“Nayri… él me está intimidando.” Kent hablaba con un tono lastimero. “Doctor, parece que tiene ese síndrome de agresividad.”

El doctor frunció el ceño, mirando a Elías. “Señor, ha dañado las instalaciones públicas del hospital por favor compense el daño y si no tiene nada más que hacer, márchese.”

Yo también estaba un poco molesta. “Elías, si no hay nada más, puedes retirarte.”

Elías abrió la boca, pero al final solo pudo señalar a Kent con furia. “Sigue actuando, a ver quién puede superarte…”

Dicho esto, se dio la vuelta y se fue.

que no estaban en el mismo

duele mucho.” Kent me abrazaba cuando de

doctor nerviosa. “Doctor, ¿podría ser un poco más

momento. “¿Por qué no ves si lo toqué? Además, la enfermera ya le aplicó anestesia, no

empezó

reí avergonzada. “Lo

El doctor seguía instruyendo mientras cosía. “No toques agua por ahora y limpia la sangre de te cuerpo con

Asentí seriamente.

en mí, sollozando en voz

Pregunté en voz baja, sorprendiéndome

ojos enrojecidos. “Nayri, tengo

le prepararé una solución oral de glucosa, ve a la farmacia a buscarla y déjalo beber un

me levanté rápidamente. “Espera aquí, voy a ir a

Kent asintió.

farmacia del primer piso, cuando me di cuenta de que había salido tan apresuradamente que no

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Capítulo 227

el ascensor estaba lleno de gente y tuve que

en el tercer piso, apenas había llegado al segundo