!Canalla ¿Satisfecho con mi muerte?

Capítulo 366

Temblaba de miedo, escondida detrás de la cama, hasta que mis piernas cedieron y cal al suelo.

El hombre tatuado se apoyaba en su carro, observandome con descaro, como disfrutando mi resistencia,

De repente, las sirenas de la policia rompieron el silencio y la vieja fábrica de hierro quedó sitiada.

Joel palideció y ambos, sin preocuparse por mi, intentaron escapar, pero la policia los tiró al suelo.

Yo, acurrucada en el suelo y sin pantalones…

Cuando los policías entraron, el hombre finalmente se quitô las gafas de sol y la peluca, se acercó y me cubrió con su chaqueta. “Inútil.”

Estaba temblando mientras miraba al hombre frente a ml. Los tatuajes eran todos falsos y llevaba una base muy oscura, pero aun así podía decir… este era Gael, el estudiante de secundaria.

Con ese disfraz, realmente parecía un pandillero.

Levante la mirada hacia Gael y, no sé por qué, la indignación inundó mi ser y, con un nudo en la garganta, empecé a llorar. “¿Y Kent? ¿Por qué él no vino?”

Gael frunció el ceño. “Mujer, si sigues siendo tan tonta, lo vas a matar.”

la mirada y las

que se aliaría con Quique. Él te dijo que te quedaras

verla…”

suelo y lo apagó, “Aunque a veces es bueno que seas

detuvo y me miró sospechosamente. “A veces dudo, ¿realmente

latido y lo miré ansiosa. “¿Qué le pasó a Kent?”

permitir que esos hombres te llevaran? ¿Cómo iba a ayudar a la policía a atrapar a esos ratones y al mismo tiempo sacar a los traficantes detrás de todo esto?” Gael parecía indiferente.

utilizado como

sabía?” Apreté mis manos, aliviada pero con el corazón dolido.

aun así cooperó con la policía, utilizándome para atraer a Joel y a su pandilla, y a

y atrapar a esos hombres podría llevarnos al

¿por qué aún me

si llegas tarde, Kent podría matarse.” Gael frunció el ceño.

Le agarré del brazo.

hace un rato, ¡ninguno de aquí saldría vivo! Sabes que se descontrola con solo tocarte y sigues poniéndolo en peligro. Si lo dejara venir, ¡pasaría el resto de su vida en un manicomio!” Gael estaba

que iba al sótano y lo encerré en una habitación…” bajó la voz.

Gael temía. Joel y su pandilla eran clave y no podían morir en ese momento,

y su pandilla,