!Canalla ¿Satisfecho con mi muerte?

Capítulo 390

“Kent, nos espera abajo, ¿sí?” Tiara lo dijo con una sonrisa.

Mis dedos temblaban, y después de un largo silencio, finalmente hablé. “Tenemos que bajar rápido.”

Quizás, Kent realmente esté en el primer piso…

Esa persona, no le permitió a Kent unirse.

Quería que nos destruyéramos entre nosotros.

“Tiene que ser ese Osvaldo, él es el cerebro detrás de todo.”

Los demás aún murmuraban entre ellos, ya unidos por un enemigo común que consolidaba su espíritu de equipo.

Ahora que alguien ha muerto, su nivel de miedo había llegado al límite, lo que también desataba su instinto de supervivencia y la maldad escondida en lo más profundo.

“Tenemos que encontrarlo, acabar con él, o todos terminaremos muertos por su mano.” Joel murmuraba en voz baja, mientras planeaban algo.

“Esa voz maldita no ha aparecido, aprovechemos y busquemos una salida, algún camino al siguiente piso.” Joel, que parecía tener algo de cerebro, ordenó a los suyos buscar una salida. “Quién sabe qué hará ese lunático a continuación“.

miré a Gael con precaución. “También debemos

escena con sarcasmo, soltó una risa fría. “¿Quieren bajar? Parece difícil.”

ceño, mirando a Yuria. “¿A

descubierto el verdadero propósito de esa persona.” Yuria se acercó. “Quiere que

también estaban a flor

en los otros, formar lazos y luego hacernos destruirnos mutuamente?” Gael sonrió con frialdad. “Así que, este piso es solo un amortiguador. Solo necesitamos trabajar juntos y usar la cabeza para

precaución. “¿Qué quieres decir? ¿Acaso ella, que solo pregunta ‘¿por qué?‘, ‘¿qué

Yuria me señaló.

“El mejor engaño es aquel que engaña a todos, incluida ella misma…”

qué se refería Gael.

de alguna manera, sențía un

Nayri, la asesina.” Tiara también me señaló, diciendo

boca de Tiara, temerosa de que dijera algo que me causara problemas, y luego me miró disculpándose. “No

pero algo en mi interior no dejaba de inquietarme.

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Capitulo 390

¿Crees que tienes la razón? Esperernes y veamos si en este piso habrá matanzas o no Yuria claramente no estaba convencida, me lanzó una mirada fría, como

era un piso de amortiguación, que