Capítulo 23 Se arrojó en el abrazo de Izan

Para ser honesta, hubo un momento en el que Valentina sintió un cosquilleo en el corazón. Sin embargo, aún no había encontrado la verdadera razón de la muerte de su madre. Aunque dejara la ciudad de Coralia, siempre viviría con

resentimientos.

Justo cuando no sabía cómo rechazar la oferta de Izan, su suave voz resonó:

No tienes que apresurarte en tomar una decisión. ¡La invitación estará vigente para siempre!

Las palabras de Izan la alivió mucho.

***

Ya había anochecido.

En ese momento, en la amplia oficina en el último piso del Edificio Mendoza, Santiago había terminado sus inspecciones y estaba sentado en la silla detrás del escritorio. ¿¡Estaba esperando la llamada de Valentina!?

De repente, sonó el teléfono. Sin embargo, cuando vio el nombre que aparecía en la notificación, frunció el ceño y contestó la llamada con un tono desagradable:

-¡Dime!

Del otro lado de la llamada, Dylan sintió un escalofrío recorriendo todo su cuerpo y se preguntó si había hecho algo para ofender a ese hombre. De repente, se le ocurrió algo y preguntó entremetido:

  • —Dime, dime, ¿qué pasó anoche? ¿Hubo alguna historia interesante? Si yo fuera Noah Rodríguez y supiera que el famoso Don Mendoza está interesado por mi prometida, haría todo lo posible para enviarla a tu cama.

—¡Cállate! —y Santiago colgó el teléfono sin piedad.

envió un mensaje en

tan ocupado con mis trabajos, ¡pero todavía estoy ayudándote en buscar

un mensaje con

a la dirección mientras Thiago tocaba

capital. Antes de

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le

el móvil, pero aún no había recibido ningún mensaje de Valentina. Molesto, abrió un sobre anónimo y lo leyó. Había

interior:

a una mujer vestida con una falda corta de color rojo, colgada del cuello de un hombre en una posición muy intima. En la foto solo se veía la

en el corazón de Santiago. Levantó ligeramente las cejas y se levantó

-Regresemos a casa.

quedó confundido y

¿Regresar a casa?

Mendoza tenía muchas propiedades en la ciudad de Coralia, Santiago siempre prefería hospedarse en hoteles. ¿Y ahora le

caminó con

mostrar demasiado entusiasmo,

a editar

al final solo quedó una dirección en el

.chat…

salió del edificio. Justo cuando estaba a punto de enviar el mensaje, vio a una figura familiar al

***

Mendoza, Izan abrió la puerta del copiloto

Izan para llevarla a casa. Encontró una excusa para que la

gracias. Chao -agradeció

alejarse una cierta distancia, recibió

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