Capítulo 119: ¿Cansado después de seguirnos, Don Santiago?

-Gracias, Señor Valenzuela… -Valentina, todavia recuperándose del susto, se apresuró a

agradecer.

Alonso, con una sonrisa tierna, dijo:

-Ya te llamo Valentina, ¿no será muy distante si tú me sigues llamando Señor Valenzuela?

Valentina se quedó callada. ¿No llamarlo Señor Valenzuela? ¿Decirle Alonso? Eso… ¿no descortés?

sería

-¡Llámame hermano Alonso! ¡Así estaria bien! -Alonso, con un destello de ternura en sus ojos.

lo sugirió.

-Está bien, hermano Alonso.

Este apodo no era ni demasiado informal ni demasiado distante, ¡justo lo que necesitaba!

Mientras tanto, Santiago ya habia entrado al parque de diversiones.

Observando a los dos charlando y riendo, sus ojos destilaban una mirada asesina.

ÉL Don Santiago Mendoza, que había sido tan resuelto y despiadado al reorganizar las otras ramas de la Corporación Mendoza, se encontraba ahora sin recursos frente a Valentina.

Thiago, a su lado, ni siquiera se atrevia a respirar fuerte, temeroso de provocar la ira de este poderoso hombre.

No fue hasta las cinco de la tarde, cuando Santiago vio a Valentina y Alonso dejar el parque de diversiones y subir al mismo coche, que finalmente perdió la paciencia.

Le llamó a Alonso.

En el coche, Valentina se recostó en el asiento.

Al salir del parque de diversiones, se dio cuenta de que habla muchas llamadas perdidas de su

Exmarido en su teléfono.

qué sucedía, pero al recordar cómo se habían enredado la noche anterior y la

de lado esos pensamientos y cerrar los ojos

de Santiago hasta que se dio cuenta de que Valentina parecía haberse dormido. Entonces, contestó

+15 BONOS

pudieron

con una mirada fría

una leve sonrisa

de medio minuto, Alonso rompió

de seguirnos personalmente esta vez?

frase que revelaba sin disimulo su rencor por la emboscada y

apretó los dientes

altanero que hubiera sido antes, ahora

que Alonso

Valentina?

vistazo a Valentina, quien yacía al

demasiado, jahora está dormida! No te

deslumbrante y

deseaba fervientemente acabar con toda la

embargo, la familia Valenzuela y la familia Mendoza eran dos de las cuatro grandes

para él no sería fácil deshacerse rápidamente de

con una mirada intensa y

-¿A dónde piensas llevarla?

sonrió ligeramente, mirando a través del espejo retrovisor, vio que el coche

respondió de inmediato, y parecia que la

colocó al lado izquierdo de

significado, volvió la cabeza

+15 BONOS

de repente encontró la

Santiago se conocían desde

en sus momentos más bajos,

Pero Valentin…

la mirada y se volvió para mirar

asiento del copiloto

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