Capítulo 133: ¿Quién Dice que Él es Digno de Lástima?

Valentina, conteniendo sus emociones, huyó hacia la azotea.

Estando sola, se dio cuenta de que su corazón habla estado doliendo sutilmente.

El viento golpeaba su rostro, y ese dolor sordo en su corazón no se disipaba.

No sabia cuánto tiempo habia estado de pie alli, hasta que el sonido de un tono de llamada

desconocido la sacó de sus pensamientos. No era el tono de su teléfono, pero el sonido venia de su bolsillo.

Recordando el video que el personal del museo le había entregado la noche anterior, sacó el teléfono rápidamente y vio una llamada de un número desconocido. Sin dudarlo, contestó.

-¿Hola? -preguntó Valentina, con urgencia en su voz.

Queria saber a quién pertenecía ese teléfono, quién había sido la persona que silenciosamente la había ayudado el día anterior.

-¿Buenas? -respondió una voz masculina del otro lado, agradablemente cautivadora.

Valentina se quedó un momento en silencio y luego dijo:

-¿Estás buscando al dueño de este teléfono? Lo siento, lo encontré. ¿Puedo preguntar…?

Ella intentó mencionar el incidente en el museo de manera indirecta, planeando fingir que había encontrado el teléfono y luego averiguar más sobre el propietario a través de la conversación.

Pero antes de que pudiera terminar, el hombre del otro lado soltó una risa baja y luego dijo con

calma:

el dueño

momento, luego se dio cuenta de que

era quien la había ayudado

por ayudarme ayer. ¿Cómo debo dirigirme a ti? -preguntó

Álvaro estaba sentado en su coche, echando un vistazo al

Bailetti.

visto a Santiago entrar en el edificio, probablemente a

fue un pequeño favor, no tienes que preocuparte por eso. Pero,

+15 BONOS

Soto. ¿Dónde estás? ¿Puedo tener

exactamente lo que Alvaro

una dirección y un

que ella lo llamara al

que Valentina aceptó, Álvaro colgó

más en la azotea. Al bajar, su esposo todavia estaba

sus largas piernas

miraba

vio a Valentina, Santiago

en sus rodillas con los codos, sosteniendo su frente con la mano, como si estuviera reflexionando sobre un asunto

astutos. Sin embargo, con Valentina, tenía que moverse con extrema cautela. Tras lo ocurrido hace un momento, se dio cuenta de que no podia

pasó la tarde sentado en el área de recepción, hasta que llegó la hora de que Valentina terminara su

Como esperaba, su marido la siguió rápidamente. Al subir al ascensor, Santiago la siguió. En el elevador, además de ellos, había varios empleados de Starlight Joyas. Todos hablan estado observando el drama entre la jefa y este guapísimo hombre durante todo

y estaban enojados. El atractivo hombre claramente estaba intentando hacer las paces. Su insistencia tenía un

favor. Miralo, está tan triste

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