Capitulo 189: Sin Conciencia de la Herida

Reflejado en el espejo, Santiago lucia pálido, sus labios tan blancos como su tez. La marca de un mordisco en su labio superior era evidente, un recuerdo del encuentro con Valentina la noche anterior. Al notar la mirada burlona de Dylan, Santiago, irritado, arrojó el espejo hacia él.

Dylan lo atrapó con agilidad, no pudiendo evitar molarse.

-Don Mendoza, usted está herido, ¡deberia cuidarse más!

-¡Vete!

Santiago, con los ojos cerrados, le ordenó que se marchara. Sabía que si no hubiera estado herido, lo de anoche con Valentina habría ido más allá de un simple beso. Nunca había podido

controlarse con ella.

Dylan soltó una risa fría y, al girarse para irse, Santiago lo detuvo.

-Dylan…

Dylan se volvió.

-¿Algo más, don Mendoza?

-Cuida de Valentina por mi -dijo Santiago, mirándolo fijamente, con seriedad-. Alguien me está siguiendo. Por ahora, es mejor que no me vea con ella.

Si la gente de Guadalajara descubría que Valentina era su debilidad, la usarían en su contra. No podía permitir que ella corriera peligro.

Dylan asintió, comprendiendo.

-No te preocupes, cuidar de una dama es mi especialidad.

el Edificio Bailetti, una voz

buscaba? -preguntó Valentina,

¿Tienes un momento? -preguntó la

del caótico baile de la noche anterior. No tenia escapatoria; esta

con una sonrisa-. Si no te importa,

mi oficina?

en Starlight Joyas, llevaron a Elara a la oficina de Valentina. Cuando Giselle

Bennett, ¿a qué se debe

en Alonso, frunció el ceño y la miró

he oido que

su matrimonio era

casada

con Alonso? -Elara no era

mantuvo la mirada fija en Elara. Se

malinterpretado su

tus hombres los

Valentina, con calma.

pero entendió que todo había sido por su

Valentina sonó, mostrando el nombre

si contesto? -preguntó Valentina,

de que Elara pudiera responder, Valentina ya habia

de caer al agua anoche? -se

de inmediato y se

en la oficina -respondió Valentina.

a recogerte más tarde. La familia Bennett vendrá a la Villa Valenzuela esta

Alonso.

Valentina,

sabrás luego -dijo Alonso,

guardó su teléfono, confundida por un momento, pero no le dio

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