Capítulo 207: Campo de Batalla

Thiago miraba el montón de archivos frente a él, deseando poder golpear su cabeza contra ellos y acabar con todo. Lo único que podía hacer era rogar en silencio por la misericordia de don

Santiago.

-Señorita Lancaster, en realidad, el día que logré llegar fue por orden de don Mendoza, y también por su esposo… Yo solo seguía sus instrucciones. Él es quien realmente se preocupaba por la seguridad de la señorita Lancaster… -decía Thiago, sabiendo que su jefe lo escuchaba, suplicando por clemencia.

Al otro lado del teléfono, Valentina miraba a su marido, sorprendida por las palabras de Thiago. Santiago parecía estar de buen humor. Intentando no ser demasiado ostentoso, carraspeó y dijo:

-Ya que estás ocupado, no te preocupes, regresa temprano a casa.

La frase <

Tras colgar el teléfono, un aire de ambigüedad flotaba en la habitación. Santiago se enfrentaba a la mirada de Valentina sin esquivarla, mientras que Valentina, de repente, desviaba la vista.

-¿Y el señor Hamilton? -preguntó Valentina, cambiando de tema mientras evitaba su mirada.

Santiago ni siquiera había informado a Dylan sobre la cita de esa noche.

-Probablemente… también esté ocupado y no pueda venir.

Si ninguno de ellos podía venir, sería una cita solo para Santiago y Valentina, mucho mejor que

tener a dos velas de más.

Valentina: «¿También ocupado y no puede venir?>>

Ella empezaba a sospechar que algo extraño pasaba con su esposo.

-Voy a echar un vistazo afuera.

Desde que Thiago dijo esas palabras, Valentina sentía que la mirada de su esposo era asfixiante.

Ella se excusó para salir, y Santiago no la detuvo. Aunque fuera, Dylan no vendría, así que ¿por qué preocuparse por esos pocos minutos?

Al pensar en la cena a la luz de las velas de esa noche, Santiago estaba eufórico. Pero de repente, una voz cercana interrumpió…

-¿Señor Hamilton? Has llegado.

+15 BONOS

Solo con escuchar la voz, Santiago podía imaginar la sonrisa cálida de Valentina.

Inmediatamente, la sonrisa en el rostro de Santiago se congeló. Como temiendo ser descubierto, se levantó rápidamente, derramando un vaso en su prisa.

Finalmente, salió del cuarto a toda velocidad, posicionándose detrás de Valentina.

Dylan, que no esperaba encontrarse con Valentina y… Santiago, estaba desconcertado. La forma en que Valentina lo saludó… ¿parecía como si él debiera estar allí?

gracias por darme esta oportunidad… -dijo Valentina. Antes no tenía una buena impresión de Dylan, pero después

hizo un gesto invitando a Dylan a pasar, pero

¿Oportunidad? ¿Qué oportunidad?

vio a Santiago detrás de ella, con una mirada sombría y amenazante,

-¡No digas tonterías!

pensó: «¿Qué

Valentina, sonrió y se dirigió hacia el cuarto. Pero al dar un paso, la mirada penetrante de Santiago

de todos modos, especialmente con Valentina allí. Pero luego pensó en las consecuencias… Aun con toda la valentía del mundo, no se atrevería a ser una tercera rueda en la

-Señorita Lancaster…

hablar, aunque aún no entendía bien a qué se refería Valentina con «< agradecerle la

voz detrás de él captó la

-¿Valen?

una voz femenina, llena de sorpresa. Valentina se giró y al ver a Lucía, su sonrisa se congeló. Instintivamente miró

la aparición

Sam, ¿qué coincidencia, también vinieron a comer aquí?

verdad?

Valentina, aunque sus ojos estaban fijos en Santiago. Su mirada hacia el no

«Sam» en lugar de Sandy, No sabía qué nombre usaba Santiago frente a Valentina, pero no quería que ella descubriera su

nombre.

Pero nadie respondió a la pregunta de Lucia. Una sombra de incomodidad cruzó sus ojos al mirar

-¿Valen?

Valentina: «¿Qué podía decir?»

la distinguida señorita Valenzuela,

se decidió a

supuesto que no me

Si su

-Perfecto.

hacia el reservado. Santiago fruncía cada vez más el ceño. Dylan observaba

-¿Me voy?

solo quedarían ellos tres. El gusto de Lucía por

de hablar, recibió una mirada

desperdiciar su amabilidad? -Santiago le dejó a

decían los ojos de Santiago hace

levantó una ceja, sonriendo, listo para

el

15 BONOS

a su esposo, con Lucia frente a él. Lucía llamaba a Santiago «Sam»>

Valentina se sentia extrañamente incómoda. Lucía no parecía sorprendida en lo

ella y su esposo se conocieran. Como si siempre hubiera sabido que ellos

conocían.

herida? Creo que deberías haber permanecido más tiempo en

médico. Solo así podré estar tranquila

oleada de frustración la invadió, y hasta la comida que había empezado a disfrutar

vistazo a su esposo y vio su rostro

podía mostrarse demasiado cercano con Lucía delante de

-Sam…

nuevo. Valentina rodó los ojos interiormente. Sam, Sam… A pesar de lo que pasara entre la

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