Capítulo 209: Marido y Mujer Enamorados

Valentina, mirándolo fijamente, ordenó:

-¡Tienes que ir!

-Está bien, pero solo si aceptas lo que acabo de decir.

Valentina se quedó en silencio. ¿Aceptar? ¿Aceptar qué?

En ese momento, la mente de Valentina solo pensaba en no perder más tiempo. Si realmente su cerebro sufre por la fiebre, no podría preocuparse por lo que él dijo antes. Probablemente él ni siquiera lo recordaría después de recuperarse.

-Está bien, está bien, acepto. ¿Podemos ir al hospital ahora?

Santiago, de repente se volvió dócil:

-Sí.

Valentina, llevando a su marido, bajó las escaleras y condujo su coche directamente al Hospital

Serenidad.

Al llegar al hospital, alguien reconoció su rostro. Sin esperar a que Valentina registrara, un grupo de médicos y enfermeras se acercó, tomaron a Santiago de sus manos y lo llevaron a urgencias.

Valentina permaneció atónita incluso cuando su marido estaba recibiendo suero y fue admitido

en la habitación del hospital.

Al realizar el trámite de admisión, le informaron que el señor Mendoza ya había realizado todos

los procedimientos.

-¿Es usted la señorita Valentina? El señor Mendoza… estuvo llamánđola por su nombre… —dijo una enfermera que la encontró, mirándola con un respeto especial.

Todo el hospital sabía que el VIP en esa habitación era una persona de gran importancia, incluso

para el director.

-Señorita Valentina… -murmuró ella, sintiéndose extraña al escucharlo.

La enfermera la miraba con una mezcla de admiración y una insinuación en sus ojos. Valentina rápidamente evitó la mirada y corrió de vuelta a la habitación.

-Santiago… -con los ojos cerrados, la llamó.

-Estoy aquí -respondió Valentina, tocando la mano de su marido. Al instante siguiente, su mano

+15 BONOS

firmemente agarrada

que al agarrar su mano, Santiago

evitar

y doña Mendoza son realmente una

necesitan algo, estamos

Valentina recordó que Thiago también

cuando la salvó.

-Doña Mendoza…

repitió en voz baja, sintiéndolo

la madrugada, su temperatura volvió a la normalidad sin signos de recaída. Entonces,

despertó a las diez de la mañana del día

ojos, sintió una atmósfera

sonreían al mirarla, con una

algo en la cara?»

que pudiera revisar su rostro, vio a su marido sentado en el sofá, recibiendo suero y con un nuevo vendaje en

quedó rígida por un momento, dándose cuenta de que estaba acostada

de manera desordenada bajo las sábanas, que delineaban

Se levantó tan rápido que casi se cae, pero una mano la sostuvo

aún sorprendida, escuchó un gruñido reprimido

marido, apoyándose en su brazo herido. del cual comenzó a brotar sangre

de pie para

una

+15 BONOS

común estaría involucrada

notando la sospecha de Valentina,

-Tengo hambre.

se quedó

¿Hambre?

desayuno -dijo Valentina, recuperando su

su marido la llevó allí. Al salir,

intención echarte de la cama. Puedes volver a

miró fijamente, sin importarle que los médicos y enfermeras

te eché de la cama? Esta cama

momento, las miradas de médicos y enfermeras se

Una joven enfermera intervino.

la cama del hospital es grande, suficiente para que ambos, señor y señora, descansen

la habitación y vieron a la señora recostada en el brazo de su esposo, durmiendo tan pacíficamente

señor, cuidando de no molestar a su esposa, se levantó con

para que revisaran sus

era extremadamente cuidadoso, como no queriendo perturbar el dulce

veces se sentían incómodos bajo algunas miradas traviesas, preferirían esconderse en un agujero si

a comprar algo para desayunar -Valentina salió de la habitación como si estuviera

todo el círculo social de Coralia estaba pendiente de las sanciones de la Corporación

Rodríguez, una de las más destacadas en Coralia, estaba

la bancarrota debido a los golpes de la Corporación

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