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Capítulo 243: Una Papa Caliente

Aitana nunca tuvo buenas intenciones hacia Valentina. Sin embargo, era la nieta favorita de don Raúl. Recordando las dificultades recientes de Valentina, Alonso habló con un tono grave.

-Valen, lo siento…

Esta disculpa sorprendió a Valentina.

-¿Por qué dices eso, Alonso? Deberia agradecerte, me has ayudado dos veces. Pero, Alonso, no quiero causarte problemas. Con lo de los socios, me las arreglaré.

Ella comprendía demasiado bien las dificultades de Alonso. Don Raúl lo habia criado desde pequeño, y para él, don Raúl era lo más importante: por lo tanto, la nieta favorita de don Raúl también lo era. Al otro lado del teléfono, Alonso se dio cuenta del malentendido, sintiendo un dolor sutil en su corazón, la culpa creciendo dentro de él. Finalmente, con una sonrisa amarga,

dijo:

-No fui yo.

Valentina quedó en silencio.

-No te ayude. Con lo de los socios, fue alguien más.

Pensando en Santiago, Alonso se sorprendió de que él hubiera ayudado a Valentina sin revelar su identidad. Esto no era típico del don Mendoza que él conocía.

-¿Alguien más? -Valentina preguntó instintivamente-. ¿Quién?

Alonso dudó antes de revelar:

-Don Mendoza. Nadie más que él podría hacer algo así, y nadie más se atreveria a desafiar

abiertamente a la familia Valenzuela.

El recuerdo de don Mendoza en la piscina del Edificio Mendoza volvió a Valentina, haciendo que

su corazón se estremeciera involuntariamente. Las palabras de esa mañana: «Lo que quiero eres

tú», resonaban en sus oidos. Valentina se sintió abrumada, incluso olvidándose de colgar el teléfono. Don Mendoza… Había ido a grandes longitudes por ella. Si realmente lo aceptaba, ¿y si él le hacia una demanda irrazonable? ¿Cómo podría siquiera rechazarlo sin sentirse indefensa?

Valentina respiró hondo y llamó a Dante, ordenándole que rechazara a esos nuevos socios. inmediatamente.

-¿Jefa… todo bien…?

jefa habia perdido

uno de los proveedores ofrece un precio

persuadir a Valentina para que reconsiderara. Pero al escuchar

se reflejo en los ojos

-¡Recházalo, rápido!

Dante quedó desconcertado.

-¡Apúrate!

que cualquier retraso

malinterpretar algo.

Dante le pareció una lástima, obedeció y salió

evitar preocuparse por

la jefa está demasiado preocupada por los problemas de la empresa y se ha enfermado? Claramente

Desde que supo que don Mendoza estaba detrás de todo, Valentina incluso consideró

y apenas tres minutos después,

ofertas. Tras recibir una respuesta afirmativa, Valentina finalmente

menos le permitiría enfrentarse a don

socios recibieron el correo de rechazo,

En la

el ambiente estaba

-¿Rechazó?

esas palabras, causando que Thiago casi

de tanto escucharlas.

-Santiago se levantó abruptamente,

-¿Por qué?

mismo no lo

qué?-Santiago preguntó

con cautela,

dona Mendoza sabe que usted la está

que la estoy ayudando y aún

boda,

la mano hacia Thiago, palma

Thiago estaba confundido.

-¿Qué?

dijo con dientes

demora, entregó el teléfono de contacto con Valentina a Santiago

de salir del trabajo en Starlight Joyas, y el edificio estaba

número con el que contactaba a don Mendoza. Tragando

en su lugar, oyó esa voz profunda

-¿Hola, Valentina?

don Mendoza. Valentina casi deja caer el

forzó

don Mendoza, ¿necesita algo

de tu madre, ya he

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