Capítulo 261: La Verdad Sale a la Luz

-¿Qué pasó?

La expresión de Santiago se oscureció aún más al tocar la mano de Valentina,

provocando un grito de dolor de ella.

-¡Ay!

El dolor era insoportable.

Ella había podido aguantarlo antes, pero con la llegada de este hombre, ya no podía

contenerlo.

Valentina lo miró directamente, y él, concentrado y serio, observaba su mano. El

corazón de Valentina comenzó a latir desordenadamente.

Santiago, ajeno a los pensamientos de Valentina, solo veía el dolor en su expresión y

escaneó a los presentes con una mirada.

-Esto… ha sido un malentendido.

Lucía no se atrevió a llamarlo don Mendoza. Nunca esperó que Santiago apareciera

alli. Santiago, sin prestar atención a Lucía, llamó por teléfono. Con solo unas

palabras, colgó, su expresión tan feroz como siempre.

El ambiente se tensó a niveles alarmantes. Todos especulaban sobre la identidad del

recién llegado. Poco después, varios médicos salieron del ascensor, seguidos por

más personal médico, todos identificados por el logo de «Hospital Serenidad» en sus

batas blancas.

El Hospital Serenidad, conocido por todos, era parte de la Corporación Mendoza, un hospital privado que usualmente servia a la élite. Que la familia Coralia pudiera

solicitar la visita de un doctor de este hospital ya era un privilegio.

Pero ahora, la oficina se había convertido en una extensión del hospital.

-Don Mendoza… -El director se apresuró a acercarse a Santiago.

Inmediatamente reconoció a Valentina y, sin esperar instrucciones de Santiago, el

director comenzó a coordinar el tratamiento de su mano.

Cada médico actuaba con extremo cuidado, como si estuvieran realizando una

compleja cirugia.

Valentina quedó desconcertada

-¿Qué está pasando?

evitar mirar a

momento te llamé, pero

atónita

mente ágil, pero tardó un momento en comprender lo

estaba

Un calor reconfortante la

entonces, frunciendo el ceño, Valentina se dio cuenta de

que… no

que estaba en el

¿Adivinación?

¿Y acertó tan precisamente?

conectó. Te rastreé hasta aquí -Santiago le dio

directa.

de

¿Rastreo?

necesidad de tanto

al grupo de médicos que él había convocado. Frente a ese despliegue, el rastreo parecía

menor.

suyo, parecia ser alguien fuera de

se dio cuenta de algo, y lo miró inquisitivamente.

su herida en la mano y aplicarle medicamento,

una aclaración, determinar claramente quién tenia la culpa

estaba a punto de hablar de nuevo, pidiendo que se

a todos, cuando Santiago

-Por favor-.

el oficial entendió

nadie más se atrevería a

computadora y comenzó a mostrar el

de miedo. Se

temer a

de Lucía con la mirada varias veces,

mirada.

ese momento, supo que estaba

la respaldaría

se mostrara el

-¡Ah!

en

ver la pantalla de la computadora y los que, por el ángulo, no podían, entendieron lo ocurrido a través de

Alexia quien primero quemó a la señorita

la multitud lo

al abrir la

eran claros, y no

y resultó en que tu

con la responsabilidad, y además,

tiene una parte de

Valenzuela, por supuesto,

y

de que pudiera terminar,

hasta el final,

parecer mayor.

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