Cómo la muerte se convirtió en mi renacimiento

Capítulo 140
Lo que dijo Catalina dejó a Leonardo sin palabras.
Quedó muy sorprendido al ver cómo Catalina emocionaba a Melinda. Después de todo, él habló con ella muchas. veces desde que se despertó pero ella simplemente no dijo nada.
Leonardo también tenía curiosidad sobre cómo consiguió Catalina los 7 mil millones de dólares y las acciones,
pero no tuvo la oportunidad de preguntarle.
Melinda seguía gritando histéricamente: “¡Devuélveme mi dinero, Catalina! ¡Libera a Yulissal ¿Cómo te atreves a robar mi dinero, perra? ¡Te irás al infierno!”.
Le dijo las peores cosas a Catalina y hasta la maldijo hasta la muerte.
Leonardo frunció el ceño mientras los escuchaba. Parecía disgustado por la reacción de Melinda.
Después de todo, ella era la madre de Catalina pero la estaba maldiciendo.
Irónicamente, Leonardo podría olvidar que alguna vez también quiso muerta a Catalina, por lo que lo que dijo Melinda no fue tan inaceptable.
“Échese la culpa, señora Prado. ¿Cree que la familia Prado es tan rica como antes y que usted tiene tanto dinero. como quiere?” Catalina se rio como si hubiera pensado en algo gracioso. “Honestamente, tengo mucha curiosidad por qué no aprovechaste la oportunidad para salvar a Raymundo en la subasta. La pastilla que puede curarlo costó solo 1,76 mil millones de dólares, y podrías haber contratado a la Doctora Quintana para tratarlo por solo 2 mil millones de dólares, pero no lo hiciste. ¿Por qué?”
“Y gastaste 7 mil millones de dólares para salvar a Yulissa. Más las acciones, eso es más de 8 mil millones de dólares. Gastaste todo el dinero de la familia Prado sin dudarlo, pero ¿sabes qué? Yulissa no puede salir de prisión de todos modos. Ella salió apenas durante tres días antes de que la arrestaran nuevamente. El precio de salvarla es bast ante alto, ¿No es así, señora Prado?”
Catalina sabia cuál era la debilidad de Melinda y cada palabra que decía la volvía loca.
“¡Cállate! Tú me tendiste una tram pa. ¡Es todo culpa tuyal ¡Solo devuélveme mi dinero y libera a Yulissa!” Melinda aún no era consciente de su error y culpaba a Catalina de todo.
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Capítulo 140
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De repente, Catalina dejó de sonreír y dijo friamente con una mirada significativa: “A veces me pregunto quién es tu hija biológica. ¿Yulissa o yo? Quizás deberíamos hacernos una prueba de ADN”.
Después de decir eso, se dio vuelta y miró a los tres hermanos. Justo cuando estaba a punto de irse, vio a alguien entrar a la habitación aturdido.
Era Raymundo. Parecía muy decepcionado y tenía lágrimas en los ojos.
Catalina se burló y pensó: “¿Y ahora qué? Raymundo debió haber escuchado todo!.
‘Sólo mira su cara. No parecía pensar que sus padres harían algo como esto.
“Wow, Raymundo y Yampier están aquí”, ella dijo.
A Raymundo le siguió Yampier, a quien parecía importarle mucho cómo se sentía. Sin embargo, Raymundo parecía dañado emocionalmente y casi pierde el equilibrio.
Catalina pensó: ‘Le sorprendió lo que dije? ¡Ese no es el jovem orgulloso que solía conocer!”
Melinda hizo una pausa y pensó: ‘¿Qué? Raymundo está aquí.
‘¿Lo escuchó?’
“Te dejare solo”. Catalina miró a Raymundo con una mirada significativa. Había odio y desprecio en sus ojos, pero no simpatía.
La visita de Catalina fue otro golpe para la familia Prado.
Después de que ella se fue, Raymundo miró a Melinda y le dijo incrédulo: “¿Es verdad lo que dijo Catalina, mama? ¿Salvaste a Yulissa con todo nuestro dinero?”!
Se dio cuenta de que simplemente no querían salvarlo cuando estaba en peligro. Ahora sabía lo que estaban pensando. Nunca gastaron un solo dólar en él mientras gastaron todo su dinero en Yulissa sin dudarlo.
Catalina le hizo a Melinda la misma pregunta que él quería hacerle.
Melinda estaba un poco asustada. Tomó la mano de Raymundo e hizo todo lo posible para explicarle: “Escúchame, Raymundo. Tu padre no me dio el dinero, así que no pude salvarte. No pude hacer nada al respecto en ese momento. Lo siento mucho; pero por favor no…”
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Capítulo 140
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Al encontrarlo ridículo, Raymundo se quitó la mano de Melinda y dijo: “Entonces, ¿cómo salvaste a Yulissa? Conozco bien a papá y él nunca la salvaría con todo nuestro dinero”.
Él lo sabía. Él no era tan importante para ellos como lo era Yulissa para ellos. Después de todo, tenían seis hijos, así que estaba bien perderlo.
Así lo trataban sus padres.
Melinda estaba nerviosa y no se atrevía a mirar a Raymundo a los ojos. “No fue mi intención, Raymundo. Tu padre no me quiso dar el dinero. No tuve otra opción…”
“¡Entonces dime cómo salvaste a Yulissa!” Él ya sabía la verdad, pero sólo quería escucharla de boca de su madre. Se había sentido decepcionado una vez para que ya no le doliera más.
Su fuerte voz asustó a Melinda, quien tembló y tartamudeó: “Tu padre me pidió que me quedara con el dinero”. Tomó nuevamente la mano de Raymundo. “Iba a salvarte después de sacar a Yulissa de prisión, Raymundo. Yo solo…”
Ella simplemente no esperaba arruinar a su familia. Incluso hipotecó la Residencia Prado para recaudar dinero.
La familia Prado estaba acabada.
Raymundo meneó la cabeza con una sonrisa amarga, cerró los ojos y lloró.
El pensó: ‘Esto es lo que se siente al ser ignorado, ¿verdad? ¿Por qué no mori en la carrera?
¿Es así como Catalina se venga de mí?’