Capítulo 281

En el dormitorio de Ariana, Catalina la miró con expresión sería, haciendo que Ariana se volviera obediente.

“Catalina…” dijo Ariana con cautela.

Ariana era una reina, pero en el momento, cuando estaba frente a Catalina, se mostraba cautelosa. Tenia miedo de que incluso una sola mirada hiciera infeliz a Catalina y se fuera.

Catalina le pidió fríamente a Ariana que le extendiera la mano.

Ariana obedientemente extendió la mano y Catalina le tomó el pulso. La expresión de Catalina se volvió solemne cuando dijo “Que descanses bien. Deja que otros se encarguen de todo. Será mejor que no te preocupes por nada más antes de que te desintoxice“.

Luego miró a Fabricio y le dijo con el mismo tono frio: “Lo mismo vale para usted. Como paciente mio, si no sigues mis instrucciones, pondré fin al tratamiento en cualquier momento.

Catalina miro a Darren y preguntó: “Hay hierbas tradicionales en el Palacio de la Reina?”

Darren quedó atónito por un momento. Luego sacudió la cabeza. Apenas había hierbas tradicionales.

Catalina resopló levemente, mirando a Darren. Ella dijo con sarcasmo: “Después de los años en Laurania, ite has olvidado por completo de nuestras tradiciones? Cuando la medicina moderna no pudo resolver el problema, inunca consideraste la medicina tradicional?“.

Pero considerando que Darren podria abandonarla a ella, su propia hija, Catalina pensó que tenía sentido que no recordara- la medicina tradicional.

Darren se quedó sin palabras.

No tuvo más remedio que soportar en silencio la burla. Tenia miedo de que Catalina se enfadara si discutía con ella.

Ariana miro a Catalina y sus ojos pasaron de la confusión al deleite. Ella pregunto: “Mi querida hija, vas a desintoxicarme?”

Catalina frunció el ceño y dijo con impaciencia: “Señora Ariana Santillana, o debería decir Su Majestad. Creo que puede haber algún malentendido. Soy Catalina Prado y mi abuela es Beatriz Prado. Ella me adopto. Así que crecí sin padres. No me llamen asi. No soy su hija. Por favor llámenme Dra. Prado o Dana

La primera vez que Ariana la llamó así, estaba ocupada despidiendo a Alejandro, por lo que no se lo dejó claro a Ariana. Pero ahora no podia soportar oir a Ariana llamarla Catalina otra vez.

Ariana estaba desconcertada. No entendia el motivo por el que Catalina decía eso. Ella preguntó: “¿Por qué? Eres mi hija, ino? Nos parecemos mucho, ino?”

cuenta de la razón y dijo: “Querida, inos culpas a tu padre y a mi por abandonarte entonces? No teníamos elección. En aquella época, no podiamos permitirnos llevarte con nosotros. Después de todo, tu hermano nació con veneno en el cuerpo. Ni tu padre ni yo queriamos abandonaros. Sin embargo, no tuvimos elección. Si dejábamos a tu hermano, definitivamente moriria. No podríamos soportarlo. Tanto tú como tu hermano sois nuestros hijos. ¿Cómo podríamos

sobrevivir y nos encontrariamos algún día. Pero si fuera tu hermano, la familia Prado Quizás no hubiera podido curarlo. Y si la familia Prado no pudo recogerlo

pensó en la decisión que tomaron, sintió dolor. A pesar de su propia debilidad en ese ver a sus hijos

se momento.

de celebrar la ceremonia de ascensión y

Thu Capatilo

en ese momento, realmente no podían lle ambos niños con ellos. Habian informado

desapareció del hospital.

estaba en la Residencia Prado y nadie pudo

la explicación. Entonces ella dijo: “Te voy a poner una inyección y

“No, no, Querida, dimelo

es la familia más importante para mi. Estoy aqui para apoyarlo, ¿Hay algún problema con eso? Como

se levantó abruptamente y respondió: “No! ¿Qué quieres decir con que estaremos en paz? Te debo mucho, querida, (No quieres

compensarme es manteniéndote alejado de mi. ¿Estás dispuesto

Catalina.

quisiera por sí misma. Podia conseguir cualquier

instantáneamente de lágrimas y estalló

poco y dijo: “Calmala primero. Cuando esté tranquila, pasaré

con ella. Si hay algún

trabajo sin la

Todo lo a

hacer

bien. Yo me encargo aquí. Señora Prado, puede irse a descansar“, respondió Hugo.

por la ventana, perdida en sus pensamientos. Ni siquiera se dio cuenta cuando entró Fabricio. Trajo una taza

que tu puerta estaba abierta, entré sin tu permiso. Fabricio colocó los artículos sobre la

cauteloso.

Catalina no dijo mucho. Pero ella aconsejó: “También debes descansar. Es necesario estar de buen

poco sin palabras. En el Palacio de la Reina no existían las hierbas tradicionales. No sabia cómo podría continuar con su trabajo.

Fabricio: “¿Puedes llamar

Al rato llegaron Vicente y Tiberio. Cuando supieron

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