Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0006

Silvia no podía creer lo que estaba viendo frente a sus ojos.

Quería resistirse, rebelarse, pero era totalmente inútil.

Fue hasta el último momento que Julio pareció lograr calmarse.

Afuera, el cielo empezaba a aclararse.

Julio miraba a Silvia, viéndola frágil y delgada, luego observaba las manchas de sangre en las sábanas, sin saber qué hacer.

¡Pam…!

Silvia levantó la mano y le dio una bofetada fuerte en su apuesto rostro.

Esa bofetada rompió todas las ilusiones que alguna vez tuvo sobre el amor.

Su oído volvió a sentir graves molestias, no podía escuchar lo que Julio decía, lo interrumpió: —¡Vete!

Julio no sabía cómo se fue.

En su mente solo estaba la escena de la noche anterior.

Subió al auto y llamó a su asistente Adrián: —Investiga, averigua qué hombres conoce Silvia.

Adrián estaba totalmente confundido.

Después de casarse, Silvia solo pensaba en Julio, ¿conocía a otros hombres?

…

Después de que Julio se fue, Silvia se lavaba repetidamente el cuerpo.

Casi al borde del divorcio, fue entonces cuando compartieron intimidad como pareja. Era bastante ridículo y triste.

Por la mañana, a las 9, Luis llevó el desayuno sin notar nada extraño en Silvia.

—Olvidé decirte anoche, en mi casa hay un departamento desocupado, si deseas puedes quedarte allí.

—No es muy seguro que una chica viva en un hotel.

Silvia negó con la cabeza rechazando la fabulosa oferta.

Luis sabía que ella lo rechazaría: —De todos modos, está vacío, ve a vivir allí, no te cobraré nada de alquiler.

—Pero solo puedo quedarme un mes.

—Un mes es un mes, mejor que quede vacío.

Luis no entendía por qué ella solo podía quedarse un mes, después de todo, el tiempo era muy largo.

La llevó en coche hasta el lugar.

Aparte de una simple maleta, Silvia no llevaba más equipaje.

En el auto, Luis y Silvia hablaban de la infancia y él le contaba qué había hecho todos esos largos años.

Después de la preparatoria, se fue al extranjero, trabajó muy duro y estudió, a los veinte años fundó su propia empresa y ahora era un próspero empresario.

Silvia escuchaba sus experiencias muy asombrada: —Eres realmente increíble.

cerca. Vi que aparecías en la televisión, ganabas el primer lugar en

incluso llegó al punto de desesperarse. Hasta que vio las noticias sobre

a Luis contar sus momentos gloriosos, Silvia

su nuevo hogar, ella le agradeció muy sonriente: —Gracias, casi olvido cómo solía

los días, faltaban solo unos días

recordó la promesa

cualquiera, compró una urna

a un estudio de fotografía y, entre las miradas extrañas del personal,

se quedó mirando con detenimiento por la ventana del auto

momento, recibió una llamada.

Era Nuria.

Esa suma de dinero, en realidad no la he gastado, la he guardado para ti. Si en el futuro quieres hacer algún negocio,

menudo, le daba

campo y realmente no necesitaba mucho dinero; guardaba con precaución cada centavo.

otro lado del teléfono, Silvia inconscientemente

como

confundida y no entendía lo

gustaría que me recogieras para llevarme

no entendía por qué tenía que esperar hasta el quince.

el 15, Nuria vendrá a recogerte a casa.

fuera

dejar este mundo;

revisó su cuenta bancaria y aún le quedaban más de cien mil; después de su partida, podría dejarle ese dinero a Nuria

lluvia en

visitaba con mucha

sola en el balcón, perdida en sus propios pensamientos.

se estaba agravando día a día; muchas veces, cuando él tocaba la puerta al acercarse, ella ni

el Grupo Ferrer.

su teléfono habitualmente,

asistente, Adrián, tocó de repente

ya lo descubrimos. Ese hombre se llama Luis, parece que era un buen

memoria de Julio o en informes anteriores de los medios, nunca

alguien que Silvia conoció cuando se criaron en el campo.

que, en realidad, Silvia lo conocía antes que a él.

a ese hombre y su estado de ánimo

encontraba esperándolo afuera.

—Dile que hoy tengo asuntos que atender.

asistente se sintió

después del trabajo, Julio solía divertirse animadamente con los hijos de otras familias adineradas.

tomó el ascensor exclusivo para el presidente y se dirigió al

llegó, se dio cuenta de que Silvia

Julio se sintió molesto. Sacó su teléfono y abrió el

una llamada antes

—¿Qué pasa?

la madre de Silvia que ella se va a casar.

Julio se volvió bastante seria

fue a buscar a la madre de

que la madre y el hermano de Silvia planeaban

durante mucho

los tres millones como condición

casarse de inmediato, así que podrían celebrar la boda primero.

…

estaban preparando una ceremonia de bodas para

hemos elegido la fecha, es justo este

bien. Esta vez, asegúrate de capturar

y no pudo expresar

Quince…

un día

el día en que ella y