Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0089

Finalmente, Silvia tuvo que darse por vencida.

Quizás había estado demasiado tiempo luchando, estaba

especialmente exhausta y terminó así quedándose dormida también.

Al día siguiente.

Los rayos de sol se filtraban en su rostro.

Julio nunca había dormido tan bien. Abrió los ojos lentamente y observó a Silvia acurrucada en sus brazos. Aquellos ojos que antes eran fríos, en ese momento se volvieron notablemente suaves.

Como el aire acondicionado estaba encendido la vio tiritando, Julio levantó con suavidad la mano para tomar una prenda de vestir y cubrirla.

En ese momento, Silvia abrió los ojos.

Al ver los suaves ojos de Julio, ella soltó: -Juli.

Julio se quedó atónito.

Silvia recuperó pronto la compostura y de repente se deslizó de sus brazos, cayendo pesadamente al suelo. El dolor la hizo respirar con dificultad.

Él la miró mientras ella se movia frenéticamente y la levantó de un solo tirón: -¿Qué me llamaste justo ahora?

-¿Cómo?

Silvia decidió hacerse en ese momento la tonta.

Julio ya no insistió en preguntar. Se puso de pie y sus palabras se volvieron sarcásticas:

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las cosas con bastante facilidad.

ojos estaban llenos por completo de indiferencia, y su expresión era aún

más fría.

de su grave error y una pizca de desilusión cruzó con rapidez

Julio comenzó a trabajar en la empresa de la familia Ferrer, parecía ser en realidad otra persona, especialmente frío. Había perdido totalmente la amabilidad que tenía. Era completamente frío, y nunca más se presentaria a

vez estaba estresado por el trabajo, que la presión lo había vuelto demasiado irritable. Pero luego se dio cuenta de que su mal humor era muy

invité a cenar, así que no lo llevaré de regreso

se fuera de inmediato d manera

tenía su

que quieres que me

Silvia no respondió.

-¡Te estoy haciendo una pregunta!

manera, ahora odiaba especialmente que

eso lo que quise decir, simplemente pensé que a esta hora deberías estar yendo a trabajar, ¿no es así? Hoy no voy a la

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solo lo enfureció

él se sentó en el coche, incapaz de dejar de pensar en ello durante mucho tiempo.

muy diferente, ya no era la misma chica que solía preocuparse por no hacerlo enojar y

encontró que estaba vacío. Todos

desaparición de Silvia, habia desarrollado ese mal hábito. Y también tenía insomnio.

menudo no podía conciliar el sueño hasta las tres o cuatro de la madrugada,

desarrolló resistencia, y aunque aumentaba la dosis, su calidad de

anterior, no fue tan fácil

esa condición podría ser resultado de un

podía descansar. Cada vez que intentaba hacerlo, su mente se llenaba de todos los desvaríos