Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0164

-¿Es solo porque él lo vio?-le preguntó Julio con un nudo en la garganta.

-¿Te importa tanto lo que piensa? ¿Acaso, tienes miedo de que se enoje?

Silvia no le respondió. Él realmente no entendía nada.

Antes, a Julio en realidad no le importaba si Silvia lloraba o no, pero ahora, cuando ella lloraba, él se sentía completamente perdido.

-No llores más le dijo en voz baja, mientras besaba suavemente la frente, la nariz y las mejillas de Silvia.

Ella tembló con ligereza, trató de apartarlo, pero no pudo moverlo.

En ese momento, sonaron suaves golpes en la puerta.

-Señorita Orellana, le he traído ropa nueva -le dijo una mesera desde afuera.

Julio se detuvo de inmediato y se apoyó en el oído de Silvia, respirando agitadamente.

Silvia con rapidez se secó las lágrimas y lo miró con furia. El se apartó de inmediato para que pudiera abrir la puerta y tomar su ropa.

-Señor Ferrer, ¿podrías salir? Necesito cambiarme.

a llorar, salió enseguida del baño. Él se quedó afuera, encendió un cigarrillo, pero aún así no pudo calmar la fuerte sensación de opresión en su pecho. ¿Por

el cabello cubriendo la mayor parte de su cuello, aún se podían ver los pequeños puntos de marcas. Silvia se quedó mirando distraidamente su delicado reflejo en el espejo durante

allí cuando ella salió, y apagó

-¿A dónde vas?

Voy a cenar con

había estado vigilando, Julio seguramente no la habría dejado ir. Quizás

regresó a la mesa, vio que Luis había puesto

al frío, así que

el

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su cuello. En cambio, estuvo muy atento con ella todo el rato, sirviéndole

estaba comiendo su comida con un aire distraido.

debes decírmelo. No te lo

-Está bien.

diciendo palabras vacías y que

de regreso a la empresa. Después de verla alejarse, regresó

declaraste tus sentimientos?

en ese momento por la ventana del coche:

No.

no? Eso no parece propio

decidido y rápido en sus acciones.

gusto. Tengo miedo de declararme y luego

al otro