Capítulo 0181

Hasta altas horas de la noche, todo terminó. Julio aún no estaba despierto, pero abrazaba fuertemente a Silvia.

Silvia miró fijamente lo que había conseguido en el vaso estéril a un lado, sabiendo que era hora de irse. Quería salir del abrazo de Julio, pero el hombre la abrazó aún más fuerte. Sin opción, alguna ella escondió lo que había conseguido debajo de la cama, esperando a que Julio se fuera a trabajar al día siguiente para llevárselo.

Mirando con ternura a Julio, quien dormía profundamente, Silvia sintió una fuerte culpa y murmuró en silencio:

-Cuando anteriormente te pedí perdón, lo decía muy en serio, pero no fue por fingir mi muerte y dejarte. Fue por lo que pasó esa vez…

Embarazarse de Juan y Oscar fue algo que él la obligó a hacer. En realidad, no sentía que le debiera algo, pero esa vez sabía que ocultarle la verdad a Julio estaba muy mal. Pero tenía que hacerlo, solo así podría mantener al niño a su lado.

Al día siguiente, cuando el día amanecía, Julio se despertó con un leve dolor de cabeza y vio a Silvia todavía allí. Se sintió bastante aliviado y la abrazó un poco más fuerte.

También en ese momento, él vio la suave espalda de Silvia, con una antigua y fea cicatriz que parecía una herida de cuchillo. Silvia también se despertó y, justo cuando estaba a punto de levantarse, escuchó en ese momento a Julio preguntarle:

-¿Qué pasó con la herida en tu espalda?

Silvia se quedó asombrada. Miró la cara tan familiar de Julio, le dijo con el corazón lleno de gran tristeza y resentimiento.

-¿Ya no lo recuerdas?

y David no eran diferentes, ambos ingratos. Pero Julio realmente no recordaba ese

-¿Cuándo sucedió?

garganta de Silvia se apretó

tenía diecisiete

familia o por personas de una empresa rival, pero estuvo a punto de ser

+15 BONUS

Julio cayó sobre la herida en su espalda, su mirada

-¿Quién fue?

negó con la cabeza.

lo sé, en ese

silencio por un momento, luego inclinó la cabeza y besó suavemente a Silvia. Él nunca supo en verdad cómo consolar a los demás, solo podía hacerlo de esa manera. Pero justo cuando su beso descendió, Silvia de inmediato se apartó.

-le dijo Silvia. Ya había conseguido lo que quería y no

fruncir el ceño a Julio. ¿No estaba ella ardiente

con fuerza

a Silvia, en la mejilla, en la nariz, en los labios… Era como un verdadero león

Silvia ya

desapercibidas para Julio, aunque no entendía muy bien, por qué el cambio de humor de Silvia era tan drástico. Después de todos esos

empezando a

por la ventana, ya era mediodía. Silvia

quiero ir a

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