Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0241

En este momento, Luis y su amigo Santiago estaban en un rascacielos muy cercano al lugar, bebiendo, preparándose para presenciar un majestuoso espectáculo.

Santiago pensaba que Luis realmente se había vuelto loco, al enfrentarse a Julio por una mujer.

-Oye, Luis, ¿realmente esto vale la pena? Esto podría complicarnos definitivamente la vida aquí en el país.

Luis lo miró y respondió con desinterés:

-¿Acaso ahora la vida es fácil?

Santiago no podía evitar sonreír. Era cierto, Julio prácticamente había cerrado todas las puertas para Luis. Por suerte, Julio no sabía que él y Luis eran amigos, de lo contrario, también estaría en graves problemas.

-Estoy deseando ver cómo Julio se estrella y se quema, pero esta Natalia realmente me resulta bastante desagradable.

Santiago era muy diferente a otros hombres. Era propietario de un grupo de medios y entretenimiento, y no le gustaban para nada las estrellas que usaban sucias tácticas para

ascender.

A las diez en punto, comenzó la ceremonia de inicio de rodaje. Se habían invitado a gran cantidad de personas a la ceremonia, con los medios cubriendo el evento en vivo desde el lugar. Muchos fans y espectadores estaban allí presentes.

Cuando Julio llegó, causó una gran conmoción entre los medios.

Tan pronto como Natalia lo vio, dejó de inmediato al director con quien estaba hablando y se acercó con gran rapidez hacia él. Los medios enseguida dirigieron todas sus cámaras hacia él.

-Julio, él podría estar escondido por aquí, realmente estoy muy asustada le dijo Natalia con un leve temblor en su cuerpo. Luego muy temerosa agregó:

solo se encuentra él, todavía está bien, pero hoy mientras estaba en el vestuario,

imaginado que se encontraría de verdad en una

investigar a

miró a los reporteros que lo estaban

no quieren perder su trabajo, ¡lárguense

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415 BONUS

impidió que algunas personas lo transmitieran

Quintas del Arroyo según el mapa. Antes de irse, le dejó una

con Juan, cerró J trasera. En el camino, llevaba a Juan a

fue con cuidado

incómodo, díselo a mami, no te aguantes,

–Sí.

Silvia, muy preocupado. Si él fuera

más, veremos al señor

aceleró con gran rapidez

estaba lo suficientemente recuperado como

Al fin, vío a Eduardo, quien camínó con rapidez hacia ellos y

siguió, esquívando con sagacidad las cámaras, y subió al

-Gracias.

en el coche y abrochó el cinturón de

directo al

limitado, tenían que irse antes de que

los descubriera.