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Los brazos de Ethan apretaron la cintura de Clara contra su cuerpo mientras miraba a su hermano acercarse. El lobo negro gruñía y sus ojos estaban completamente dorados y Ethan supo que este estaba realmente molesto. Y sabía perfectamente la razón del porqué de ello. De seguro sentir a la loba casi muriendo lo había alterado.

Y no se equivocó cuando el cuerpo de Dixon comenzó a transformarse, mostrándose agitado, jadeando de haber corrido rápidamente en su dirección. Mostraba una notable muestra de disgusto en su rostro.

-Hola hermano – Ethan lo provocó, alzando su torso y besando sonoramente la mejilla de la loba que tenía su rostro girado hacia el otro hermano Estás arruinando la diversión.

Ethan alzó su cadera rozándose más contra Clara y esta gimió enterrando su rostro en el pecho de este. Ella estaba sensible y sus feromonas se regaban por toda la zona. Dixon las había sentido, por eso la había podido encontrar mucho más rápido, y se había afectado por ella, pues su erección terminó de llenarse entre sus muslos.

estaba la pareja y se

no se iba a controlar con la loba

tendrán que darme

arrodilló justo detrás de ella entre las piernas de su hermano que movió con sus rodillas de forma brusca y se acomodó. La erección de él rozó los

él. El lobo gruñó y rodeando con su brazo por el pecho de ella agarró su barbilla y la giró uniendo sus labios en un beso algo brusco. Sus colmillos rasparon el labio inferior

bien como tratar con su mate

se atuviera a consecuencias. La agarró de la nuca y la inclinó hacia adelante, recostándola contra el pecho de Ethan. Acomodo su erección corriendo uno de sus nalgas hacia un lado haciendo que estas atraparan de

como ellos estaban tensos al no poder enterrarse por completo en su interior. Las feromonas la mareaban y se sentia realmente bien. Las sensaciones del orgasmo que antes había sido

miembro haciendo más presión dejando la zona empapada y sensible. Sus colmillos raspando su piel de forma provocativa. Y Ethan no se quedó atrás. Alzó su cabeza y besó su cuello del otro lado dejando una marca roja. Clara no pudo resistirlo más cuando estos mordieron su sensible cuello casi a la vez. El orgasmo la asaltó derramándose entre sus

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