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-Clara, Clara-los paso que se oían a su alrededor hacían un suave eco, junto el de las cadenas que se arrastraba detrás, dándole a entender que estaba sola y en ese lugar, ese donde solo podían estar ellas dos. Se abrazó más fuerte las piernas contra su cuerpo. No quería salir de allí. Tenía miedo. Cada vez que salía tenía el mundo real donde todo era miedo, sufrimiento, dolor. No, no quería aquello. Solo quería quedarse allí, sumida en la oscuridad, sin nada que le hiciera daño, abrazada por aquella tranquilidad acogedora y que la mantenía segura. Sí, eso haría, se quedaría allí, así no tenía que pensar en nada, ni soportar nada. -¿Solo te vas a quedar ahí sin hacer nada?- aquella voz de nuevo. La misma que ella, pero totalmente diferente a la vez. Esta era más fuerte, llena de confianza y determinación, todo lo contrario, a ella que prefería esconderse, incluso de sus mates, aquellos que había espetado en todos sus años de su vida y que ahora ella no quería cerca. -Déjame sola- sollozó en silencio acurrucándose intentando hacerse más pequeña. La Clara parada delante de ella, dio otro paso, pero las cadenas sobre su cuerpo se lo impidieron y se detuvo. Su mirada estaba fija en aquella cosa pequeña y temblorosa que no hacía nada por ella misma y cerró los ojos tomando un suspiro. No podía creer que a pesar de ella recibir todo el daño y el dolor de todos los años anteriores aun esta solo prefería esconderse.

-Cobarde- no pudo evitar decirle – Eres una m*****a cobarde – Clara le gruñó con sus ojos rojos inundados en sangre – Solo te quedas ahí sin hacer nada. Levántate de una vez y lucha.”

A pesar de que quería tomar el control total de ese cuerpo Clara aún no estaba del todo fuerte, las cadenas alrededor de ella que rompían su cuerpo y la mantenían retenida se lo impedían. Al menos el grillete de su cuello se había desmoronado después de consumir la sangre de sus mates. Aun así, necesitaba consumir más. Por el momento solo le quedaba dejarle todo a la otra clara, esa que temblaba en el suelo. Cada vez que ella salía sobre todo en el dia era sumamente agotador y su fuerza se drenaba como el agua.

-No quiero, no quiero – la bola en el suelo temblo más notoriamente.

– Acaso no te preocupa tu mate – Clara le espetó desde arriba con los dientes apretados y molesta – Ethan lucho y te protegió, aunque eso causó que casi muriese. Es nuestro mate, nuestra pareja. La loba en el suelo no respondió solo siguió llorando en el lugar. Clara cerró los ojos rubís y apretó los labios. Aquella conversación era en vano, no lograría nada. Dio media vuelta y comenzó a alejarse para perderse en la oscuridad. Ya que la otra no haría ella tendría que poner manos a la obra y aumentar su fuerza porque si seguía asi, la otra Clara las llevaría a la muerte.

***

acostada en el medio de la cama del alfa despertara. Habían pasado dos días y al

cuando sintió un movimiento en la cama y míró por encima

Clara abriendo los ojos. Se acercó

-Clara- la llamó.

sobre su cuenca para enfocarlo a él. Sus orbes tenían un color rubí marcado y

-Eres…

quiere salir, quiere quedarse segura adentro de este cuerpo – dijo con algo de desprecio hacia su otra parte que no quería enfrentar la realidad – Ah, estoy tan cansada-dijo con un suspiro. Tomar el control cuando estaba tan aferrada aun al subconsciente era

– Will le ofreció el vaso a su lado

para que se lo llenara y bebió de nuevo. – Tráeme algo de comer – le pidió recostando su espalda en el espaldar de la cama- Tengo que recuperar energías – se pasó la mano por su cabeza-¿Cómo sigue Ethan? El beta asintió primero al pedido de ella para después responder su respuesta. -El hermano del alfa se encuentra estable. Sus heridas han cerrado, pero aún le tomará al menos un día más despertar. Ha perdido mucha sangre y tenía bastante daño en su cuerpo, pero su pronóstico es muy bueno. – Ya veo- había alivio en la voz de la loba. Había cerrado su herida, pero no podía garantizar la seguridad completa de él- ¿Y dónde está Dixon? No puedo olerlo cerca. -Ah, el alfa ha estado saliendo junto a algunos miembros de la manada. Están asegurando los limites. Es muy extraño encontrar a tigres por la zona y mientras usted estaba durmiendo apareció otro a lo lejos. Debe volver entrada la noche,

se sentía bien saber que el alfa había estado a su lado. Bruto y frio, pero… lo había sentido dormir a su lado, abrazándola, para darle calor y protección. El olor de él aún estaba impregnado sobre su piel. –

Will la miro extrañado.

llegue. – No soy su prisionera- dijo Clara inclinando su cabeza – Necesito hacer mis cosas, entre ellas ir a la casa de mis padres a buscar mis cosas. No

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