Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 17

Cada movimiento era como una bofetada en mi cara. Sentía dolor hasta en los huesos. Había imaginado esa escena muchas veces. A pesar de estar claramente en casa, sentía un frio penetrante.

“¿Ya despertaste, Cloe?”

iro que está

Andrea se volvió y me saludó sonriendo: “Ven a probar lo que cocinó Isaac, te aseguro que delicioso.”

Al terminar, se dirigió a la mesa con un plato en mano asumiendo el papel de anfitriona. Respiré hondo, la pasé de largo y le pregunté directamente a Isaac: “¿Cómo es que ella está aquí en nuestra casa?”

Isaac sirvió el último plato, se quitó el delantal y dijo friamente: “Se irá después de esta comida.”

“¿Así que realmente me vas a dejar ir?” Preguntó Andrea, mirándolo fijamente.

“Andrea, mejor déjalo así. No busques más problemas.” Dijo Isaac con un tono severo, pareciendo perder la paciencia.

“Qué tacaño.”

que el día anterior lloraba pidiendo el divorcio de mi esposo no fuera ella.

platos y una sopa, todos deliciosos. Si yo no comía, el bebé en mi vientre sí tendría que hacerlo. Si ella no tenía vergüenza, ¿por qué

suavemente y preguntó: “¿Está bueno,

cuando él está en casa,

era mentira. Solo estaba usando

una mirada ligera y luego a Isaac diciéndole: “Nunca pensé que fueras tan bueno con

comiendo puedes cerrar la boca?” Isaac resopló friamente y me

qué cocina? Todo se lo enseñé yo, especialmente el huevo con tomate, mi plato favorito. ¡El pone mucho esfuerzo en hacerlo! Ah, y también hace unos espaguetis deliciosos. Aunque llegó un punto en que los hacía todos los dias y yo

As que, incluso los espaguetis que tanto me gustaban, eran algo de lo que ella ya se había cansado. De repente recordé la noche de nuest aniversario, cuando le pregunté de dónde había aprendido a cocinar, y

hecho, deberías agradecerme. Si no fuera por mi, ¿cómo

soportarlo más, dije con una sonrisa forzada: “¿Ah si?

gustaba ser el salvador y el basurero al

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¿qué

y dijo: ‘Isaac, supuestamente somos una familia. ¿Acaso casarte significa que ya no puedes tener a tu familia