Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 39

David tampoco sabía si no había captado el mensaje entre líneas o simplemente no quería entrar en discusiones, solo sonrió de manera suave y dijo: “No es nada. Vayan a lavarse las manos, que ya

vamos a comer.”

David era un excelente cocinero, había preparado una mesa llena de platos que desprendían un aroma y color que invitaban a degustarlos sin demora.

Thiago y Leticia no paraban de elogiar.

No pude resistirme a alabarlo también: “David, ¡la presentación de tus platos es increíble!”

“Coman, a ver si es de su gusto.”

David trajo los últimos dos platos desde la cocina, colocando uno con camarones picantes frente a mí con una sonrisa tierna dijo: “Esto seguro te encantará

un

Me sorprendi un poco. Aparte de Leticia, todos pensaban que yo compartía el gusto por lo suave de Isaac.

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decir algo, Isaac habló con frialdad: “Ella no puede con el picante, aunque hayan sido cercanos durante la universidad,

“Presidente Montes.”

tanto ti

mi defensa con una sonrisa, aunque su tono era jocoso: “Después de casados, ¿en qué estás pensando? ¡A Cloé le encantan los platos picantes, sin

el corazón. Era verdad. ¿En qué estaba pensando él? Siempre fui yo quien se adaptaba a él y nunca se preocupó por conocer

mostraban una mezcla de confusión y me preguntó: “¿Te gusta el

“Si.”

profundos y hermosos, respondiendo con

un temperamento dificil, y eso solo serviria para arruinar una buena comida. Pero ya habla aguantado tres años. Si

despreocupado, bajó su orgullosa cabeza delante de sus amigos de la infancia y dijo: “Entonces, de ahora en adelante

Parecía querer cambiar algo, pero no era suficiente para que nuestro matrimonio volviera a su curso. Y eso me hacía sentir aún peor. Preferiría que no cambiara nada, que siempre

cabeza, sonriendo mientras aclaraba las cosas: “¿Qué ‘de ahora en adelante’? Antes fuiste tú quien no la quiso, no te

eso significaba

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Capítulo 39

ella me protegería.