Capítulo 56

Me senté al lado, enfrentando la mirada aguda y clara del anciano, sintiéndome cada vez más inquieta. En el amplio estudio, solo estábamos él, Mario que estaba preparando el café al lado y yo.

Como era de esperar, el señor, conocedor como nadie, comenzó a hablar: “¿Así que ustedes todavia planean divorciarse?”

Mi corazón finalmente se rindió. Ya que él lo había visto todo, ocultarlo no serviría de nada: “Eh… ¿Cómo lo supiste?” Pregunté.

Él suspiró, pero no se enojó por haber sido engañado: “Ay, tú, aunque independiente y terca, por más que trates de ocultarlo y no parecer tan enamorada de él, tus ojos te delatan, ¿cuándo han dejado de mirarlo? Pero hoy, no le has dado ni una sola mirada.”

En las palabras, había una clara nota de lástima. Al oir eso, senti un nudo en la garganta y de repente no pude decir nada. Era cierto, estar enamorado de alguien era algo que no se podia ocultar, incluso si cubrías tu boca, se revelaria a través de tus ojos. Incluso su abuelo lo veía claro como el día, mientras que Isaac pensaba que me gustaba alguien más. ¿Era que el amor era ciego, o era que nunca le importó de verdad?

Bajé la cabeza ligeramente, ocultando mis emociones amargas, mi garganta se movía sin parar, pero todas mis palabras al final se reducian a un simple: “Lo siento, Ricardo.”

“Yo

debería disculparse contigo.”

no fuera por mi deseo de que te casaras con ese descarado, no habrías

Tú solo… hiciste realidad mi sueño, nada más. Si no fuera por ti, quizás

tuve y perdi el interés; era mucho mejor que nunca haberlo tenido. Así, quizás podía dejar

de Ricardo solo quedaba resignación: “Originalmente, queria persuadirte de no divorciarte, pero después de oírte decir eso, si sigo hablando, seria demasiado parcial hacia Isaac. Debes saber que, para mí, tú y mi nieta de sangre no tienen diferencia, incluso sin el título de señora Montes, nadie se atreverá

frase la dijo con gran firmeza. Era

calidez, y mi voz ya

por qué no quería que

“¿Por qué?” Pregunté.

dio una mirada a

acercó a la caja fuerte, sacó un sobre de papel de cuero y siguiendo la indicación del anciano, me lo entregó respetuosamente.

Dijo el anciano

un nerviosismo inexplicable, como si estuviera a punto de descubrir algún secreto.

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255