Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 70

Con ojos profundos y mirandome fijamente me preguntó: “¿No podría ser por otra razón?”

“¿Como cuál?” No negaré que estaba probando el terreno.

Sus labios finos apenas se movieron y luego dijo: “Solo deseo que estés sana.”

…Suena como algo que le dirias al anciano de la familia.”

Un pensamiento cruzó mi mente y, en un instante, sonref diciendo: “Guárdatelo para el próximo mes, en la fiesta de cumpleaños del abuelo.”,

Deseando que estuviera sana. ¿Esperando que Andrea y yo fuéramos felices por siempre?

La enfermera fue a sacarme sangre, y cuando fue a desinfectar mi brazo, instintivamente me encogi, tensando mi cuerpo. Tenia miedo. Siempre lo había tenido desde pequeña.

Cuando estaba enferma, mi padre me sostenía en brazos y mi madre tomaba mi otra mano, calmando mis miedos hacia las agujas o la extracción de sangre. Incluso había recompensas.

Pero en esos últimos años, mi salud había sido relativamente buena, superando los resfriados comunes con un poco de esfuerzo, y los más graves, simplemente con medicación. Rara vez necesitaba que me sacaran sangre. Asi que mi miedo a las agujas nunca disminuyó. Pero, a pesar del miedo, ya había crecido y ya no tenía a mis padres.

“No tengas miedo.”

la mía, su pulgar acariciaba suavemente el dorso de mi

conmigo, pero el dolor sigue

te duele, apriétame. Estaré contigo en tu dolor.” Su voz

vista, viendo al hombre que siempre se había mantenido por encima de mi, en aquel momento agachado a mi lado. Mientras mi corazón se llenaba de algo, también surgia una tristeza que me hizo no poder evitar murmurar.

pudo oir claro y

la

de sangre, fui a la sala de ultrasonido que el director habla arreglado. Isaac me esperaba afuera.

de examinar cada área, me pasaba un pañuelo de papel para limpiarme. Mi corazón casi

tarde o temprano Isaac se enteraria de mi embarazo, pero no pensé que sería tan pronto.

de mi situación, cuando ella examinó mi vientre, sonrió y dijo: “Señora Montes, está

“Yo… si.”

mis labios y pregunté:

está desarrollándose muy bien, ya son nueve

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pies.

“¿En serio…?”

que ella me mostró, vi la pequeña vida dentro de mí, y las

bien? Esto es algo

“Porque…