Diario de una Esposa Traicionada

Capitulo 91

No era mi imaginación ni hatua entendido mal incluso mi espon ya me habla convertido en la persona a esconder en pestra relación la que no debe ser vida Por un lado, me cuestionaba constantemente sobre mi relación con David Por el otro, me pedia que me escondiera detrás de la puerta y no saliere Era ridiculo

“No es lo que estas pensando Dijo Isaac intentando tomar mi hombro, per instintivamente retrocedi y to mire tartamudeando, intentando no llorar, pero las lagrimas comenzaron a caer “Home toques Le dee esquivandolo. Mi mente estaba nublada, y lo unico que podia pensar era eso

Cloe, no pienses tonterias, yo solo no queria “Comenzó a decir cuando esperado sonido de la puerta interrumpio su frase

Suponia que Andrea habia hecho un escandalo en cada cuarto hasta encontramos, para sacame a la luz Si no, no habna tardado tanto

Espera en casa, te lo explicare” Isaac dejo esas palabras antes de abrir la puerta y salir

n

Cuando volvi on mi, ya se habia armado un alboroto foera, la puerta estaba cenada con fuerza, no podia salia, ni aunque la empujaran desde afuera. No solo questa salit, la gente de aluera también queria

que me detienes, si no voy a hacer nadal Isaac, acaso te has enamorado

luego agregó “Te pregunto

voy por que te enojas murmuro con voz coqueta.

tanto Andr

luego, lentamente, sall Sin embargo, aunque la protagonista se habia ido, los espectadores aún no se hablan dispersado. Parecia que todos querian saber como era la “otta”. Queria decime a mi misma que si no tenía culpa, estaba bien, pero las miradas de desprecio y desden pareciar cuchillos, cortando mi pecho una y otra vez, desaganando y arrancando mi came. Me dolia tanto que casi no podia mantenerme de pie. Pero cuanto más dolor sentia, mas erguida mantenía mi espalda, caminando con la cabeza alta. Me repetia a mi misma que eso no era nada. Cuando mis padres murieron y nuestra casa se declaró en bancarrota, la gente bloqueaba nuestra puerta exigiendo pagos, Incluso senti lo duro que podían ser las suelas de sus zapatos en mi rostro. Les dije que

abrió de golpe, y David, con un aire de urgencia, me vio enseguida y se acerco rapidamente

fuiste

Respondi con

había escuchado el alboroto de antes, pero no mencionó nada, solo pregunto: “Entramos

Thiago habia vuelto a provocar a Leticia, lo que llevó a los demás a maldecir. Pero, al final, a

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con le cabean dicandole “Sigan ustedes, yo voy a case. Die a