Capítulo 95

Isaac, que antes estaba absorto en su teléfono con una expresión indiferente, levantó la cabeza en un instante y me miro. No tenia dónde esconderme, asi que tuve que ammarme de valor y salir.

Isaac suavizó su expresión y me preguntó con voz suave: “¿Qué haces en el hospital?”

Era completamente diferente al tono frio con el que había hablado con Andrea antes. Si hubiera sido antes, quizás habría podido sentir un poco de favoritismo en su actitud, como los sueños de amor que solia tener. En ese momento, lo único que sentia ora ironia.

Antes de que pudiera hablar, Andrea, echando un vistazo a la pantalla en la entrada de la oficina que mostraba la información del doctor, se rio con intención y dijo: “¿Por qué vienes a ver a este tipo de especialista? No me digas que has contraido el VIH o algo asi. Eso solo le pasa a quienes llevan una. vida desordenada.”

Ella elevó su voz intencionalmente para burlarse, atrayendo miradas de desprecio de los demás hacia mi. Sin embargo, me senti aliviada, al darme cuenta por la pantalla que, probablemente debido a un cambio de turno o algo por el estilo, el especialista que aparecía no era el doctor al que me había registrado para ver. También me di cuenta de que, aunque habla venido por un embarazo, como aún no había cumplido tres meses, tuve que ver al ginecólogo en lugar del obstetra. Si hubiera sido el obstetra, no habría forma de explicarlo en ese momento, e Isaac probablemente habria usado su influencia para revisar mi historial médico.

“Si, lo que más temen las mujeres es que sus maridos les sean infieles con mujeres sucias y

casa.”

qué estás aquí?” Sonreí y le dije suavemente: “Ya

me miró fijamente e intentó continuar:

frio como si estuviera cubierto

que sus ojos se pusieron rojos: “¿Qué quieres decir? ¿No oyes cómo

da vergüenza acosar al marido de otra en público? Eh,

espectadores desviaron su atención de mi hacia Andrea e Isaac. Todas eran mujeres, ¿quién no despreciaría este tipo de situaciones? La amante, el hijo ilegítimo. Como ratas que todos quieren exterminar. Un hombre infiel, aún más despreciable. Uno sin moral,

Dijo Andrea y declaró con orgullo: “Él y yo somos amigos de la infancia,

ella, esta mujer, la que nos separó, haciendo que perdiéramos tantos años. Solo estoy recuperando lo que siempre

para hostigar a alguien con esa vo tan fuerte? Ya que

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255