Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 106

Le sonreí ligeramente: “Con tal de que no seas como tú, está bien.”

Vi påsar un destello de dolor en su rostro: “¿Así de malo soy a tus ojos?”

“Bueno, esos que maltratan, consumen drogas, apuestan, son mucho peores que tú.” Agregué como

consuelo.

“…Cloé.” Su rostro se oscureció, justo cuando iba a hablar, alguien tocó la puerta.

Sonó la dulce voz de Andrea: “Isaac, voy a entrar.”

Sin esperar respuesta alguna, la puerta se abrió con un clic, y ella entró.

“Isaac, vine a limpiar…” Su voz se detuvo en el instante en que me vio, y su sonrisa se congeló.

Hablé con indiferencia: “Mejor me voy.”

“Cloé.” Andrea intentó sonar amable: “Ya que están divorciados, deberías actuar como tal. No te equivoques, solo me preocupa que si la gente se entera, podría afectar tu reputación.”

“El gobierno ni siquiera nos ha dado el certificado de divorcio, ¿y tú ya anuncias que estamos divorciados?” No pude contenerme y seguí con desinterés: “Mi reputación no podría ser peor, ni siquiera comparándola con la tuya.”

frase atrás y me alejé con paso

salir de la habitación, escuché cómo ella se quejaba con Isaac: “Isaac, jescucha lo que dice!”

esperado,

un frío cuestionamiento.

entrar a tu habitación? ¡Si de niños hasta compartíamos la cama!”

solicitado el divorcio. Sin prestar atención a sus coqueteos, me dirigí hacia el estudio, justo cuando Mario se cruzó conmigo.

que no tenga prisa. El señor desea

lo hubiera dicho, de todas formas habría ido

entrar, me hizo señas para que

mi papȧ. Mis ojos se humedecieron, y me acerqué: “Ricardo, ¿te

sido golpeado de esa manera, lo cual mostraba cuánto

quería darle una lección a él y hacer que esa Andrea se pusiera en

preocupándote por mi Pensé que estarías enojado

sonrió: “¿Qué has

algo de

te entienda, pero ¿acaso yo no te conozco? Tienes un corazón muy tierno. Incluso un conejo acorralado muerde, ¿qué no

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Capitulo 106

distrayéndome esos días en casa, y