Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 134

Sabía que no estaba bromeando. Tampoco quería que él subiera y molestara a Leticia, así que tuve que ceder: “Está bien.”

Antes de bajar, Leticia hizo exactamente lo mismo que David, cubriéndome con un abrigo largo de plumas y hasta me cubrieron la cabeza con un gorro.

“No pienses que exagero.”

Leticia me tocó la cabeza y luego me explicó: “Lei en internet que

tarde puedes sufrir de dolores de cabeza fácilmente.”

“Está bien, está bien, eres la mejor.”

si ahora le golpea el aire frío, más

Ella lo hacia por mi bien, asi que tras responderle varias veces, me cambié de zapatos al azar y bajé las escaleras.

Al verme salir del edificio, Isaac me miró profundamente y me preguntó: “¿Por qué te pones tanto, estás enferma?”

Descubrí que ya había perdido la capacidad de hablarle decentemente.

mi embarazo, el dia anterior debería haber preguntado cómo estaba después del accidente. No importaba que tan grave fuera, fui atropellada por

“¿Tienes que hablar de esa manera tan sarcástica?”

enredarme mucho en discusiones, así que volví al tema: “¿Para qué me pediste que

la noche, no tenía ganas de discutir tonterías con él.

ceño y pregunté: “¿Por

friamente y le dije: “¿Por

aliviada de no haber sido tan tonta como para esperarlo. Desde que salí del hospital, ya habían pasado cinco o seis horas. Y aun así, tenía el descaro de preguntarme por qué no lo esperé. Como si en su mente, yo siempre debería estar parada en el lugar que él designara, esperando que él se

era alguien de buen temperamento y de repente soltó una risa fría:

era

momento darme cuenta que era David. No podía negar que muy bueno dando

la vuelta

“Cloé.”

grandes pasos hacia adelante y me abrazó diciendo: “Fui yo el

sintiendo una especie de impotencia que nunca había experimentado

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Capitulo 134