Capitulo 184

La madre de Isaac, su abuelo y el bebé, hablan muerto todos a manos de ellas dos.

Cloel¿Qué estás diciendo?

Andrea como hacia mi, me empujó y me advirtió con ferocidad: “Sabes que puedo demandarte por difamación, ¿verdad?”

La situación, que habia mejorado ligeramente para Victoria, también mostraba confusión: “Señorita Coral, ¿a qué se refiere con esas dos mujeres?”

No entiendes lo que digo?”

Bajo la mirada fria y sombría de Isaac, le dije a Victoria, palabra por palabra: “En aquel entonces, para entrar en la familia Montes, empujaste a la madre de Isaac, quien estaba embarazada de diez meses, por las escaleras. ¿Lo has olvidado?”

Se necesita evidencia para hablar!” Victoria elevó la voz con indignación, pareciendo muy enojada por mi calumnia. Como dijo el abuelo, ella pensó que al destruir las cámaras de vigilancia en aquel momento, no dejaría ninguna evidencia.

Andrea, recordando sus palabras, también captó el punto importante y dijo: “Exacto, Cloé, no puedes condenar a alguien solo con palabras sin pruebas.”

“¿Evidencia, dices?” Llamé a César para que trajera el documento que recién le había entregado a Isaac. Él fue rápido y no tardó en traérmelo, inmediatamente saqué el informe de huellas dactilares y se lo entregué a Isaac.

“Échale un vistazo. Esta es la evidencia de la muerte de tu abuelo relacionada con Andrea.”.

Andrea se tensó, lista para arrebatarlo, pero Victoria la detuvo con una mirada. Había que admitir que la experiencia contaba.

No arrebatarlo significaba que aún había espacio para refutar, pero hacerlo demostraría su culpa y estaría confirmando su delito.

me de

de huellas dactilares, su mirada se volvió aterradora y fija en Andrea mientras le preguntaba: “¿Por qué

“¿Mis… mis huellas…?”

manos temblorosamente entrelazadas detrás de

abuelo se desmayara cuando

*Si…”

auto–reproche explicándole: “Ese día, el abuelo estaba enfermo, y yo estaba tan ansiosa por darle su medicina… pero no sabía dónde estaba, tardé mucho en

“Ese día, cuando visité tu habitación, claramente dijiste que no sabías dónde estaba la medicina del abuelo. ¡Lo que dices ahora no coincide en

esa situación,

había dicho la verdad. Y solo

te he ofendido? Ahora, ¿qué mentira no inventarías

buscando la ayuda de Isaac: “Isaac… yo no lo hice, tú me conoces, me sentiría terrible hasta por matar

tan repugnada que quería vomitar y levanté la

que ella dijera ya no importaba. Lo crucial era en

como si quisieran absorberme mientras me preguntaba: “¿Es cierto lo

tratado a Isaac como si fuera mi propio hijo, si vas

“¿Estás segura de que quieres pruebas?”

habló sin miedo alguno.

De afdel

y llamé a la casa, quien contestó fue uno de

hora y aún no ha regresado.” Dijo

celular.” Volví a marcar el número de

evidencia, también estaba en la caja fuerte del estudio de Ricardo y solo Mario conocía la combinación.

1/2

16:43

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255