Diario de una Esposa Traicionada

Capitulo 270

Mis manos agarraban el volante con tanta fuerza que mis nudillos se volvían blancos. Bajo la amenaza del delincuente, no tenia más remedio que pisar el acelerador. Incluso después de salir del estacionamiento subterráneo, la navaja seguia presionando contra mi cuello en un ángulo apenas perceptible. Eso me mantenia inmóvil y con el miedo escalandome por dentro.

Intenté mantener la calma y pregunté: “¿Quién te envió?”

El delincuente soltó un bufido frio: “Deja de hablar y concentrate en conducir,”

Estaba en máxima alerta. De repente, entendi lo que Isaac habia querido decir esa mañana. Pero, lo que ninguno de los dos anticipó fue que el atacante actuaría tan rápido.

Era fin de semana y el tráfico ya comenzaba a acumularse. Después de conducir por alrededor de una hora, finalmente logré salir del congestionamiento por la Avenida Gran América. A medida que nos alejábamos de la ciudad, mi pánico aumentaba. El delincuente solo daba órdenes cuando necesitábamos girar: “En el semáforo, gira a la izquierda.”

Justo después de sus palabras, el sonido del estéreo del auto finalmente irrumpió, jera una llamada entrante! La llamada era de Camilo.

delincuente pudiera reaccionar, presioné el

Ella ha estado buscándote fuera por un rato y no te ha visto.”

mi piel. El mensaje de advertencia era

confundido, dijo preguntó: “¿Hola? ¿Dónde estás, hay mal señal o

“¿Cloé?”

“¿Ya saliste…?“%

delincuente, con una mano sosteniendo la navaja y la

dijo algo molesto:

nerviosa que sin querer lo

delincuente movió la navaja a lo largo de mi cuello, sonriendo friamente y diciéndome: “Si tu mano tiembla otra

ir. Camilo llamó dos veces más, pero no me atrevi a contestar. Finalmente,

carro rápidamente, abrió mi puerta y me dijo de manera amenazante: “¿Qué esperas?