Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 444

Salomé se quedo parada frente a la ventana panorámica por un momento, escuchando los suaves ruidos del exterior antes de girarse y terminar su leche de un sorbo. Con la tazavacia en la mano, salió de la habitación. Al air el ruido, Rosa levantó la mirada y pensó en lo que Jennie le habis contado hacia poco, sintiendo un dolor en el corazón.

No podia imaginar por todo lo que esa chica habla pasado desde pequeña, cuántas dificultades habla enfrentado. En aquel momento, después demás de un año de haber vuelto, todavía no mostraba verdadero cariño hacia su propia madre y siempre estaba a la defensiva. Al final, era porque ella no había sido suficiente. Si no hubiera sido tan negligente en aquel entonces…

Alverla, Salomé se acercó fingiendo ignorancia y le dijo. “Mamá, ¿qué te pasa?”

“Nada”

Rosa dijo de repente, extendiendo los brazos para abrazaria, scoriolando su cabeza: “Mi amor, como quieras llamarme está bien, solo es un nombre, no importa. Tenemos toda la vida por delante, vamos paso a paso.”

Ese abrazo repentino dejó a Salomé completamente rigida. Normalmente, a Rosa también le gustaban esos gestos afectuosos. Pero siempre era cuando Salomé actuaba de manera obediente y dulce, así que, Salomé nunca se sorprendía. Sin embargo…

Justo antes, Salomé pensaba que lo que le esperaba era un regaño o algo por el estilo.

Cosas como: “¿Por qué

é me llamas por mi nombre?” o “Una ingrata criatura que no reconoce lo que se le da“…

a Salomé, e incluso la dejó en shock. Salomé creció en un orfanato y en su experiencia, si no hacias nada malo, te golpeaban; si hacias algo

Salomé había sido buena escondiendo su lado oscuro, mostrándose siempre sumisa y obediente. Pero esa vez, se quedó paralizada, como si algo dentro de ella se

que pudiera reaccionar, Rosa le pasó los planos de una casa y le dijo suavemente: “Mira, ¿te gusta? Sé que te encanta Villa del Mar, así que decidi que nos mudaremos alll. Si te

pondremos a tu nombre, como un regalo de tu

era una villa independiente con un jardin al frente y

Villa del Mar. Normalmente, cuando Rosa le daba un regalo, ella lo aceptaba fingiendo gratitud. Pero esa vez, miro a Rosa y negó con la cabeza diciéndole

su tono fue un poco rigido. Nunca habla hablado con

y le pregunto: “¿Qué

“Nada!”

los planos sobre el sofá y se levantó

con lágrimas en los ojos dijo: “Escuchaste?

Jennie también estaba

ella siempre habia aceptado cualquier regalo valoso sin dudarto

fuera por el informe de ADN, Jennie podria pensar que Salomé solo estaba

ojos y tomó los planos diciéndole: “Mañana mismo compraremos la

hora de darle a su hija

teria que cuando todo saliera a la luz, la salida fuera más sencilla. Las propiedades eran lo más

estaba basada en la creencia de ser su hija biológica.