Capitulo 508

Después de arreglar la oficina, me sumergi totalmente en el diseño, y así pasaron varios días.

Camilo venía a desayunar todos los días y, al volver del trabajo por la noche, siempre pasaba por mi casa primero.

Leticia estaba harta de ser la tercera en discordia, “Les aviso que planeo mudarme esta tarde.

“¿Mudarte?”

Me sorprendi, “¿A dónde?”

“Compré un apartamento.”

Leticia lanzó una mirada a Camilo. “Está en el complejo vecino. Quería llevarte primero a verlo y darte una sorpresa, pero parece que tu Camilo… probablemente ya no me soporta.”

Le lancé una mirada a Camilo y luego volví a mirar a Leticia. “No te preocupes por él… Leti, no puedo vivir sin ti…”

“Entonces, ¿qué eliges?”

Leticia dejó su sándwich, cruzó los brazos y me miró, bromeando: “¿A mí o a tu hombre? Si me eliges, no me mudo por nada del mundo…”

“¿Para qué incomodas a mi mujer?”

Camilo sonrió perezosamente, y al verme mirarlo, levantó levemente el extremo de sus ojos y “¿Cuánto cuesta ese apartamento? Yo lo pago.”

Al escucharlo, los ojos de Leticia brillaron. “¿Palabra de honor?”

Camilo asintió. “Pregúntale a mi esposa, ¿cuándo he dicho yo una mentira?”

dijo:

nesilonuca en diverso y sex altos

selección de

departamento de recursos humanos de Montes Global prisen 17apho aliviada. “Claro, estaré puntual en

preocupada de que Isaac pudiera poner obstáculos en

queria enviar su curriculum a Montes Global Enterprises, pero era la empresa que ofrecía ef thejor

que más necesitaba en ese momento era

la transferencia de su madre para operarla y cubrir todos los gastos

Todo necesitaba dinero.

siendo el gran presidente, no se molestaría en interferir

de colgar el teléfono y regresar a la habitación del hospital, su madre, recién despertada, la miró con ternura. “Soy yo quien

“¿Mamá, qué dices?”

decir: “Nunca pensaste que yo

mano, vaciló varias veces antes de hablar: “Dime la verdad… ¿De dónde vino el dinero para la operación? ¿Cómo… de repente tienes tanto dinero?”

“¡Mamá!”

“Tranquila, ¡no he hecho nada

mano.”

Isaac para ella… Definitivamente era un buen

vez ni siquiera tendría el derecho de refutar a

confirmó, “¿De

“¡De verdad!”

fuerza, frustrada: ¿Qué

“Entonces está bien…”

suspiró aliviada. “Entonces…

“ÉI…”

arregló la manta de su madre y sonrió ligeramente. “Es alguien

muy diferente a

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