Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 528

Abril se ric un poco, fingiendo detenerme, “Déjalo, Elvira, no subestimes a esa chica. Quién sabe, tal vez legre atrapar a un gran partido y luego alguien venga a respaldarla.”

“Abril, por Dios, tú eres la hija predilecta de la familia Monroy. ¡No me digas que le tienes miedo! Ya dijiste que es una huérfana, aunque logre atrapar a un buen partido, ¿realmente crees que la llevarían al

altar?”

Elvira Cuevas despreciaba la idea, “Cualquiera que haya sido invitado por la señora Yáñez a esta cena es porque tiene un buen apellido. ¡A lo más jugarán con ella un rato, pero nunca se enfrentarían a nosotros por una amante de tan baja categoría!”

El joven que me había abordado antes no pudo soportarlo más y empezó a defenderme, “No es así, ella acaba de venir de la señora Yáñez…”

“Basta ya,” La gente de esta clase social realmente no tenía en cuenta a los artistas comunes, ¿qué importaba si eran famosos? Al final, el capital tenía la última palabra.

Abril lo interrumpió, “Ya sé que quieres decir que conoce a la señora Yáñez…”

a la señora Yáñez, ¿por qué no lo dijiste

también se ha divorciado, y ahora se arregla tanto, probablemente pensando en un segundo matrimonio. ¡La señora Yáñez

inmediato recuperó su confianza, riéndose con sarcasmo,

ceño, “¿Por

al joven, mirando tranquilamente a Elvira y diciendo con voz serena, “¿Qué tal si digo

“¿Camilo? ¿Camilo Galindo!?”

momento, como si hubiera escuchado el chiste del año y empezó a reírse a carcajadas, atrayendo la atención de muchos invitados. Ella les preguntó a los que estaban alrededor,

deberías haber

estado esperando a su prometida perdida desde la infancia durante más de veinte años, siempre ha sido fiel! De lo contrario, con todas las herederas

invitados que probablemente también admiraban a Camilo se unieron, “Exactamente, eh, ni siquiera te hemos visto en ninguna cena antes,

¡sería mejor echarla de aquí! No vaya a ser que ofendamos a alguna figura importante y todos los presentes tengamos que pagar

personas que no habían hablado antes, se unieron al clamor al escuchar esto.

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