Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 23

Asier quería que Elia se quedara? También esperaba que ella averiguara si aquella mujer de hace cinco años realmente habla muerto.

¿Por qué? ¿Fue por ese beso entre ellos?

Esto hizo que Asier empezara a sospechar si la Rosalinda, que ahora trabaja como conserje en Grupo Griera, era la mujer de hace 5 años.

Maribel apretaba los puños. Su sentido de crisis crecía, se volvía cada vez más insoportable.

Asier llegó a la puerta del elevador exclusivo del presidente. Un elevador acababa de llegar, las puertas se abrieron y dos policías salieron.

Al ver a Asier, los dos policías mostraron respeto: “Buenas, Sr. Griera, queremos hablar con Rosalinda.”

se posaron sobre ellos. Rosalinda otra vez. Esta mujer no solo había molestado a Javier, sino que también intentaba atraer a su asistente Bruno, y

los habían interrumpido y explicaron: “Hay un caso que necesita que Rosalinda se ocupe. Dijo que iba a buscar a Bruno para ser testigo, así que venimos

de Asier se enfrió

y ya había causado tantos problemas que hasta los policías habían venido personalmente.

y la había besado, Asier se sintió aún más molesto. ¿Cómo podía perder el control con una mujer

Griera era lo correcto. Tenía que enfrentarse a su seducción con calma y tranquilidad, no con impulsividad y sin autocontrol. Hasta que desarrollara una forma de resistirla, llegar a sentir un verdadero disgusto hacia ella, y entonces la dejaría abandonar

el control. Esta era la primera excepción, no permitiría que quedara ningún cabo suelto, tenía que resolverlo por completo. Su vida no podía tener ninguna

matrimonio, destruir su familia, y también quiere demandarla porque en un arranque de ira, le rompió la pierna a Javier al no

empleada de la empresa de Asier, así que, por supuesto, el jefe necesitaba saber sobre cualquier caso relacionado

corta distancia, viendo a los dos policías hablar con Asier y escuchando su conversación.

convertido en su novia, él estaría muy enojado y segurament investigaría a

no podía dejar que Asier conociera los detalles de

asumir la responsabilidad

frunció ligeramente el ceño. ¡Ahora resulta que Javier tenía una