Capítulo 51

Iria dio pequeños pasos hacia Rosalinda y agarró su falda, mirándola con sus ojos brillantes. “Abuela, por favor, no seas tan dura con mamá. Mamá trabaja muy duro, y ya no necesitamos más leche en polvo. Abuela, por favor, no regañes a mamá“.

Joel también se libero de los brazos de Jimena, se acercó a Rosalinda, levantando su carita infantil, dijo suavemente: “Abuelita, cuando crezcamos, vamos a ganar mucho dinero, compraremos una casa grande para ti y mamá, ¿puedes dejar que mamá descanse un poco, por favor?”

Abel, sentado en un cojín en el suelo, apretó los labios tiernamente. Después de un momento, habló: “Puedo ser un hacker. Puedo ganar dinero como hacker para cuidar de mis hermanos y hermanas, y también de abuela y mamá“.

El corazón de Elia se derretia con las palabras de los niños, estaba a punto de responder cuando el teléfono sonó, se dirigió al balcón para atenderlo

Rosalinda seriamente le dijo a Abel: “¿Qué sabes tú de ser hacker? No digas tonterías, especialmente en público, he oido que el dinero que ganan los hackers es ilegal y podrias ir a prisión.”

Rosalinda no intentaba asustar a Abel, solo estaba preocupada de que pudiera tomar un camino equivocado y acabar en problemas.

Abel bajó su mirada, sus ojos llenos de decepción, y dejó de hablar.

“Bien, estaré alli esta noche Elia terminó la llamada y volvió a la sala.

iy

“Puedo trabajar esta noche, así que no tienes

suspiró Rosalinda. No es que no le importara su hija, sino que

sé, mamá.” Elia respondió

Jimena la llamaron para

Jimena tuvo que irse

casa cuidando a los niños, mientras que Elia se

vez, el jefe del club descubrió que había un problema con su DNI “Rosalinda, ¿no eres

labios, un poco nerviosa. “Esa es

DNI, nuestro jefe ordenó hoy que todos los empleados, sin importar su nivel, deben usar

sacó su DNI y tarjeta bancaria, entregándoselas al

debía usar sus propios documentos. Había aprendido la lección de la experiencia anterior:

tarjeta bancaria, le dio su uniforme y le pidió que

vestia una falda corta y una camisa con escote

una regla del lugar y no podia hacer nada

trabajo seguía siendo servir a los clientes en las salas privadas

cada vez que intentaba vender vino, los clientes le hacian señas para

las continuas negativas, pero

grupo de mujeres se dirigieron a la Suite V8, y Elia se cruzó con ellos. El corredor alli era demasiado

a estas mujeres a la Suite V8, los clientes de adentro lo

parpadeo sorprendida, tartamudeó, incapaz

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