Capítulo 140

ines al ver el colgante en las manos de Elia, soltó inmediatamente la mano de Iria, se puso de puntillas, haciendo todo lo posible para alcanzar el colgante de Elia

Elia, mimándola, le pasó el colgante a Inés: “Agárralo bien, que no se te caiga.”

Inés, sosteniendo el colgante, con una chispa de inteligencia en sus ojos, observó cuidadosamente el colgante, y luego exclamó sorprendida: “Este colgante, parece que lo he visto antes, es el que mamá habia dibujado.”

Al escuchar a Inés decir esto, Abel se acercó rápidamente.

Sus ojos eran claros, miraba el colgante, pero entre las cejas se formó una pequeña arruga.

Este colgante, de hecho, era el que había visto antes en la computadora.

El que su papá había dejado como recuerdo para su mamá.

¡Este era el colgante de papál Podrán encontrar a papá ahora!

e Iria también se acercaron, con sus cabecitas cerca del colgante,

mostraban muy interesados en el asunto

sorprendida, ¿cómo

estaban jugando en

por la rendija de la puerta, habian visto su dibujo del colgante, incluso lo habian encontrado en la computadora y de ahi habian encontrado al dueño

preguntarle en persona si era su papá,

primero en reaccionar, sonrió, con una

“Mamá, lo dibujaste cuando nos estabas enseñando a dibujar,

ojos de zorro, y esa carita linda con su expresión coqueta, derretia los

corazón se derretia, no tenía la lucidez para preguntar más sobre la verdad, riendo dijo: “¿Es así? Mama lo

la cabeza a Joel

de repente expresó su

ojos de los otros tres chiquillos se volvieron hacia Inés, esperando lo que iba

apuntó con su pulgar al costado del colgante, y dijo: “Este colgante se produjo este año, y el colgante de

colgante de la mano de Inés y lo

igual al de su

de color, forzó una sonrisa y dijo: “Elia,

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