Capítulo 189

Pero, ahora, se sentia abiertamente menospreciada y acusada de haber ascendido por medios ilicitos.

Este desprecio puro y duro la habia lastimado profundamente.

Ayer, estaba llena de esperanza, queria crear una familia completa para sus hijos.

Pero hoy, la realidad le habia dado una bofetada

Al verla llorar. Rosalinda se sintió aún más angustiada. Apoyo rapidamente a Elia por los hombros, levantándole la cabeza y preguntándole con ansiedad ¿Qué pasó, dime a mama, no llores Dime, quien te ofendió? Mamá lo hará pagar”

Elia siempre habia sido una persona optimista y alegre, como un superhéroe que nunca podia ser derribado, rara vez lloraba

Rosalinda recordaba que hace cinco años, cuando Elia estaba embarazada, y al saber que su bebé no estaba estable, tuvo que abandonar sus estudios. En ese momento, había llorado

Pero durante los últimos cinco años, no importaba cuan dificiles fueran las cosas, nunca había derramado una lágrima

pasó

suave resonó a sus pies, y el dobladillo del vestido de Elia fue tirado ligeramente.

vista, sus ojos llenos de lágrimas y con una visión borrosa, vio a una niña pequeña con dos trenzas, sus grandes ojos brillaban con preocupación y cariño,

era su hija Iria

forzó una sonrisa, diciendo: “Mamá está bien, solo estoy cansada. Igual que cuando ustedes están cansados y corren a

Aunque su pecho no era tan ancho como las dos piernas de Elia, todavia intentaba abrazar a Elia en sus

en el sofa, te doy un masaje de espalda para relajarte Abel también se acercó, tomó la mano de Elia y la llevo a sentarse en el sofá Se subió al sofá y le dio un masaje en la espalda con

que originalmente estaba angustiado, se llenó de calidez al recibir la atención

momento, la pequeña Inés llegó

grande como el cubo, pero sostenia el medio cubo de agua con esfuerzo, acercándose paso a paso. A pesar de lo dificil y pesado que era, aun apreto

Elia se tenso y estaba a punto de

sus manos y lo puso a los pies de Elia, reprendiéndola cariñosamente. “Ay, mi

llevó de vuelta, tomó la mano de Inés y la llevó al lado de Elia, Sabiendo que ella queria lavar los pies de Elia, no la detuvo Ines emocionada, se remango, se quitó los zapatos a Elia y luego

agua caliente, un dolor intenso vino de su piel. Elia no pudo soportarlo y levantó inmediatamente el pie

“Mama, lo siento, el agua está muy caliente, voy

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