Capitulo 201

Capitulo 201

En ese momento, en el auto, la voz grave de Asier resond: “Elia, te doy una oportunidad, retractate lo que dijiste esta tarde“.

Esas declaraciones despiadadas probablemente fueron lo que ella dijo cuando estaba enojada.

Él le dio la oportunidad de retractarse de esas palabras.

Y la mente de Elia estaba llena de pensamientos en ese momento, mi hija no puede verme, no puede verme, cierra la ventana rápido, ¡ciérrala rápido!

Estaba pasando por una intensa lucha interna.

No escuchó nada de lo que Asier estaba diciendo.

Su cabeza estaba casi enterrada en sus rodillas, pensando: no van a quitarme a mis hijos, “Eso es imposible!”

Murmuro la segunda mitad de la frase con enojo, sin siquiera darse cuenta.

El rostro de Asier se volvió oscuro al instante, frio como el cielo nocturno en invierno.

Nunca había visto a una mujer tan desagradecida!

Asier estaba lleno de ira, y conducia a toda velocidad.

En menos de dos minutos, llegaron a la entrada del barrio antiguo Estaba tan enojado que no se molestó en llevarla al barrio, paró el auto y le dijo friamente Bajateľ

Elia se quedo atónita por un momento al escuchar la molestia en sus palabras, encogió el cuello, obedientemente abrió la puerta y salió del auto.

Asier retrocedió bruscamente y pisó el acelerador, alejándose a toda

del escape del auto llegó a la cara

humo, resoplando con desprecio al humo del escape: “¡Qué raro!”

traerla de vuelta, e incluso se enojo,

había hecho

barrio, para evitar que

Elia suspiro aliviada y se dirigió hacia

un Porsche plateado estacionado. El

demasiado y se dirigió

Detrás de ella, se escuchó la voz calida y juvenil de

instintivamente y vio a Sergio, alto y de cabello

lindo como siempre,

su rostro se volvió frio Cómo sabes donde

que Asier lo supiera, porque el era su jefe y encontrar la dirección de un empleado no era

por que Sergio sabia dónde

la sonrisa de Sergio desapareció y dijo, disculpandose: “Elia, no me trates asi, también me duele. Volvi a casa esta vez

especialmente para verte.”

hablaba, se acercaba

miraba con cautela: ¡No te acerques! Sergio, te lo

rechazo y su negativa a acercarse, Sergio se detuvo por miedo a asustarla, manteniendo una distancia de un paso. Sus ojos revelaban un toque de tristeza, dijo “Elia, sé que me equivoqué. Cada dia de estos cinco años, me he arrepentido. Si no hubiera bebido ese día, si no hubiera querido solo acostarme contigo para casarme contigo después, no habría caldo en

Elia lo interrumpió friamente.

tú tienes tu vida y yo la mia. No vuelvas a mencionar

temia sus palabras definitivas, dio un paso adelante, preparándose para

retrocedió rápidamente, manteniendo una distancia segura:

se detuvo, su mirada herida, sin

mintiendo” Dijo

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