Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 616

Rosalinda estaba pensando cuando se abrió la puerta del baño detrás de ella.

Rosalinda, rápida como un rayo, metió la tarjeta del banco en su bolsillo y se sentó como si nada hubiera ocurrido.

“Mamá, si ya terminaste de comer, ve a bañarte y descansa temprano.” Elia, secándose el pelo con una toalla, se dirigió hacia la mesa para recoger los platos.

Rosalinda la detuvo: “Elia, no he visto a los niños en estos dias, los extraño, quiero ir a verlos”

“Mañana vamos a verlos, hoy ya es tarde, ellos están durmiendo, puedes recogerlos de la guardería mañana después de la escuela.” Le dijo Elia a Rosalinda

Rosalinda asintió inquieta: “Está bien”

Al día siguiente, cuando Elia se levantó, Rosalinda fodavia estaba durmiendo

Después de preparar el desayuno y comer algo. Elia se fue a trabajar.

Apenas se fue, Rosalinda salió de su habitación, tomó la tarjeta del banco en su mano, su rostro serio y vacilante g2

Elia llegó a Tech Fuentes y entró a la oficina, justo cuando Susana salia con una caja en sus brazos

Las dos se encontraron en la puerta, Elia instintivamente se hizo a un lado, pero Susana también intentó hacer lo mismo Después de un par de intentos, ambas se detuvieron, frente a frente

estaban sus cosas, le preguntó con curiosidad: Susana,

que fue ascendida y

solto una risita, y le dijo a Elia con sarcasmo: “Mujer, nunca te confies por ser atractiva y uses tu cuerpo para llegar a donde estás, porque puedes perder mucho. El Sr. Fuentes nunca te tomará

y falsa,

oficina y se dio cuenta de que el escritorio de Susana ya

los brazos cruzados, observando la situación

a donde se fue Susana? Preguntó Elia,

te cuidaria tanto tan pronto.” Diana la

en su silla,

despido de Susana tenia

si tenia algo que ver o no, evidentemente Susana y Diana habian asumido que

culpa

decir con sus palabras ¿Ella pensaba que

más

hablar de negocios, y

realmente se apresuraba a sacar conclusiones

Vicente habia despedido a

no podia

diez de la mañana, Elia y Diana fueron llamadas a la

apariencia brillante y soleada, parecia un director muy amigable

dos carpetas hacia el borde del escritorio, una para Elia y la otra para Diana, y les dijo: “Terminen estos dos