Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capitulo 639

Capítulo 639

Asier estaba a punto de subirse al auto cuando Betiana, temblando de rabia, le gritó: “¡Asier! Si no me crees, tengo pruebas más incriminantes, tengo fotos de ella con otro hombre!*

Sin esperar una respuesta de Asier, Betiana se apresuró, bloqueando la puerta del auto, impidiéndole entrar.

La mirada aguda de Asier se posó sobre ella, su presencia era intimidante y fria.

Betiana estaba nerviosa hasta el punto de temblar, pero se mantuvo firme, fingiendo estar calmada, sacó su móvil, abrió la galería de fotos, y le mostró una foto a Asier: “Ese dia fui a comer a un restaurante, vi a Sergio abrazando a Elia en el baño, Elia no se resistió, incluso parecia disfrutar estar abrazado a él. Para evitar que borren mi foto, como ya ha pasado, decidi no confrontarlos, entonces pude conservar la foto. No quería mostrartela, pero al parecer no me crees”

Ese dia, Betiana estaba en un restaurante con sus amigas cuando vio a Elia y Vicente entrar. Elia estaba hablando de trabajo con Sergio, y Betiana decidió vigilarlos. Cuando Elia se dirigió al baño, Sergio la siguió.

Betiana lo siguió discretamente y los vio abrazándose. Se escondió detrás de una pared y les tomó una foto con su móvil.

Hacia un tiempo, vio a Elia y Sergio cenando juntos, actuando de manera muy intima. En ese momento ella les una foto y los amenazó con

contarle a Asier.

quitaron su móvil, y luego borraron las fotos

que Elia y Sergio estaban juntos, fue acusada

Betiana aprendió su lección y decidió mostrarle la foto a

prueba frente a sus ojos, Asier no podria negarlo.

cerrados, una expresión de tristeza y disfrute. Pero sus manos colgaban, no mostraba intención de

atrás, con su rostro pegado al de ella, y su barbilla descansando en su hombro, con una expresión

melancólica

una escena de telenovela, donde dos amantes se reencuentran después de un largo tiempo, y

expresión de Elia como la de Sergio, que finalmente había conseguido abrazar

de frustración y enojo surgió en lo profundo de su corazón, haciendo que el aire

temerosa, comenzó a

de mi vista!” Asier gruñó, su tono de voz

mano de Betiana, que sostenía el móvil, comenzó a temblar: “Asier, la

Asier rugió