Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capitulo 731

Capítulo 731

Elia se puso roja como un tomate y dijo: “No pienses tonterías, anoche no pude dormir pensando en cosas mías“.

Diana la miró fijamente y preguntó, “Si no es eso, entonces, ¿por qué te sonrojas?”

Elia evito su mirada y contestó: “¿De verdad? No me estoy sonrojando.”

“Por cierto, pareces muy feliz hoy, obtuviste algo de tu viaje de negocios con el jefe ayer?” Elia cambió hábilmente de tema para evitar que Diana siguiera cotilleando.

Al escuchar su pregunta, la sonrisa de Diana se profundizó aún más: “Anoche cené con el jefe. Me dijo que la última vez que Grupo Griera acordó cooperar con nosotros fue gracias a ti¿Conoces a alguien en Grupo Griera, Elia?”

Elia lo entendió todo, Diana había cenado sola con Vicente, por eso estaba radiante y no dejaba de sonreir

Elia tomó un sorbo de su jugo de naranja y dijo: “Ya lo he dicho antes, el jefe conoce al presidente de Grupo Griera.”

“Elia, no seas modesta, el jefe dijo que fue gracias a ti. Esta vez, Sergio quiere comprar más teléfonos móviles a nuestra empresa. Pidió especificamente que la fábrica que hizo el último lote se encargara de ello, vamos a colaborar de nuevo con Grupo Griera y necesitamos negociar un nuevo contrato Pero esta vez, nuestro jefe me dio la tarea a mi No conozco a nadie en Grupo Griera, pensé en pedirte que me ayudaras Podrias hablar bien de mi si conoces a alguien alli?”

Diana la miraba con esperanza.g2

estaba comiendose su pan, se

motivo por el cual Diana le había comprado

¿por qué de repente se había vuelto tan

que la rechazara, incluso compró una porción extra, usando la excusa de no querer desperdiciarla, y así

desayuno

de los negocios, no habia almuerzo gratis.

comido el desayuno de Diana, ya le debía un

querria ir a negociar el contrato con Grupo Griera, le

convenciera.

astutos en

administración de Grupo Griera, pero el que tiene más influencia sigue siendo el jefe Fuentes

nunca cooperaria solo por tener

debe haber habido ganancias. Esta vez, seguro que

fueron lamentables. Para alguien como el Sr. Griera, que hace negocios de miles de millones, eso fue insignificante. Necesitamos a tu amigo en la administración, ellos son

confia mucho en mi, no puedo defraudarlo. Por favor, ayúdame Diana bajó la guardia, su habitual rostro frio mostraba

aún sostenia su pan, no podia evitar sentirse comprometida.

intentaré, dijo

inmediatamente puso el contrato en el escritorio de Elia, giró su silla y